"El Chico De Mis Pesadillas" |Austin Mahone| [FINALIZADA]

Capitulo 33 "¿Donde Estas Jos?"

— Tus tíos me han comunicado que no lo encuentran desde ayer.

— ¿Que? ¡Eso no puede ser!, tratare de comunicarme con el.

— Ok hija, cualquier cosa me avisas.

Colgué

— Tu primo — hablo Austin.

— Si, sus papas no lo encuentran desde ayer...¿Que tal si le sucedió algo?.

Busque su numero de celular en la agenda.

— Por favor Jos, responde — dije

— El numero que usted marco, no esta disponible o se encuentra fuera del área de servicio.

— ¡Mierda! — susurré.

— No va a responder — dijo serio Austin.

— ¡No, no, no! Austin, mi primo tiene que estar bien — dije desesperadamente.

— Davina — Austin me agarro del brazo.

— ¡Sueltame! No estoy muy contenta contigo, asesino.

Le di la espalda y comencé a caminar en dirección contraria a él, con la esperanza de encontrar alguna escalera que me ayudara a bajar de esta maldita azotea, el sol comenzaba a ocultarse, y el frío cada vez era peor.

— Por favor Davina te hice un favor al matar a Armando — dijo.

— ¡Callate! —dije, los pasos de Austin cada vez se escuchaban mas cerca de mi.

Lo único que ahora quería saber era en donde estaba Jos... alguien debió haberlo visto antes de su desaparición.

Volví a sacar mi celular y marque nuevamente el número de mi primo. La misma respuesta ¿Donde estas Jos?.

— Deja de llamarlo no va a contestar — hablo justo detrás de mi.

Pare en seco. Haciendo que él chocara contra mi.

— ¿Como estas tan seguro? ¿Acaso tu sabes donde esta?

— No, no lo se.

Solté una risa que no contenía nada de humor.

— Entonces. ¡Dejame en paz, no quiero saber nada de ti! — gire sobre mis talones y comencé a caminar dejando al Demonio atrás.

— ¿Sabias que Austin es un mentiroso?

Maldita voz.

— Yo se quien tiene a tu primo

La voz se desvaneció en el aire

Volteé para ver si Austin seguía atrás, y me di cuenta que estaba sola en la azotea.

— ¡Estupido! — susurré.

Busque por todo lados algo para poder bajar, cerca de ahí vi una escalera de metal.

Baje por ella y en poco minutos me encontraba en la calle normal.

Camine hacia mi casa.

Cuando llegue a mi casa, me encontré con mi mamá, mi tía Marina y mi tío Fernando, mi tía estaba llorando y mi mamá trataba de consolarla, mientras que mi tío hablaba por teléfono.

— ¡Hija! — mi mamá hablo.

—,¿Que paso? — pregunte.

— No encontramos a José — comento mi mamá.

Mi tía lloraba desconsoladamente.

— ¿Ya han ido a buscarlo en casa de algún amigo? — pregunte.

— ¡Ya!, he ido a buscarlo a casa de sus dos mejores amigos, Alonso y Freddy y no lo han visto — dijo mi tía.

— ¡Dios mío! — dije

— Si, muchas gracias — Colgó el teléfono mi tío.

— Hola sobrina — me saludo.

— Hola tío — dije

— ¿Que te dijo la policía? — pregunto mi tía.

— Iniciaran la búsqueda dentro de una hora — comento.

— No se que voy a hacer si no encuentro a mi hijo — dijo mi tía.

— Tranquila tía, veras que lo encontraremos.

(...)

— Hola, Davina ¿Como estas? — pregunto mi amiga del otro lado de la linea.

— Preocupada — respondí, mientras encendía mi lampara de noche. Ya que me encontraba acostada.

— ¿Por que?.

— Mi primo Jos esta desaparecido.

— No manches ¿Neta?

— Si, desde ayer, no lo encontramos, nadie lo ha visto, es como si... se lo hubiera tragado la tierra.

— ¿Puedo ayudar en algo? — pregunto.

— Por ahora no. La policía lo esta buscando.

— Estará bien amiga, veras que lo encontraran.

— Gracias Elisa.

— Bueno, te veo mañana, descansa.

— Igual tu chao.

Colgué.

Mire la pantalla de mi celular, donde se podía apreciar una foto en la que estábamos Jos y yo, una lágrima rodó por mi mejilla.

— ¿Por que tu Jos? ¿Por que no mejor Karla o Samantha?

— ¡Hola! — levante la vista.

-Dalia