Capitulo 32 "¡Detente!"

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Decidí caminar y dejarlo atrás, de todas formas no estaba muy contenta con el.

Austin me tomo por el codo y me giro bruscamente.

—,¿Por que lo visitas? — pregunto enojado. Me safe de su agarre.

— ¿Acaso te importa? Mejor vete con Mayra que veo que cada vez se llevan mejor — di la vuelta para seguir caminando.

Pero ya estaba frente a mi.

— ¡No me respondas de esa forma! Dime por que lo visitas, si no quieres que suba y lo mate de una vez.

— ¡No te voy a decir! Es mi vida Austin.

Note que su piel se tornaba roja.

— ¡Bien, así lo quisiste! — Austin desapareció, la gente miraba sorprendida e incrédula.

Me asuste mucho y entre al hospital corriendo.

—,¡Señorita no puede pasar! — una enfermera me grito, no le hice caso y seguí corriendo a toda prisa.

¡No, no, no... Austin no puede matarlo!

Subí las escaleras hasta la segunda planta. Casi caía al dar la vuelta.

— Señorita no se permite correr por los pasillos — un conserje dijo.

Lo fulmine con la mirada y continúe corriendo.

Me faltaba solo un pasillo mas por recorrer. Al llegar a la habitación abrí la puerta bruscamente.

— ¡Detente! — grite.

Austin estaba torturando a Armando, me puse enfrente de el.

Su mirada me penetro a mi y me comencé a retorcer de dolor.

— ¡Quitate, Davina! — dijo sin apartar la mirada.

— ¡N...No! — respondí.

Austin aparto la vista y comenzó a respirar pesadamente.

— Gracias — me susurro Armando.

Asentí, un dolor se hizo presente en mi estomago.

Tocí. Austin estaba parado enfrente de mi.

Me empujo y con la mirada hizo que Armando volara por toda la habitación golpeándose todo el cuerpo.

Austin reía diabólicamente.

— ¡No! — grite, sentía mis manos calientes como si de ellas pudiera expulsar fuego.

El dolor de mi estomago se hizo mas intenso.

Me levante como pude, y corrí hacia Austin.

— ¡Dejalo ya! — dije desesperada.

Toque a Austin pero su piel ardía, el volteo a verme con el iris color purpura.

Azoto a Armando contra el piso haciendo que la cabeza de este impactara contra el azulejo blanco haciendo que se rompiera.

Austin me tomo por el cuello y salimos por la ventana.

Estaba asustada, mis manos seguían calientes, y mis lágrimas quemaban.

— ¡Sueltame! — dije.

Llegamos a la azotea, y me tiro al piso.

— ¡Tu! Tu eres la culpable de que me salga de control.

Me levante.

— ¿Yo? Tu lo eres... primero me besas y después, me ignoras como si no te importara en lo mas mínimo, en serio no te entiendo.

— Es que... es tan difícil, Davina — soltó un suspiro.

— ¿Que? ¿Que es tan difícil?

— Olvidalo.

— ¿Lo ves?, ¡eres un maldito bipolar! ¿Armando que culpa tenia?

— ¡No me menciones a ese estúpido!

— ¿Lo mataste? — pregunte.

— ¿Tu que crees? — me miro.

— ¡Eres un hijo de puta! — grite. Y comencé a llorar.

Mi celular comenzó a sonar.

— Bueno — respondí con la voz cortada.

— ¡Davina! Tu primo Jose Miguel — mi mamá hablaba preocupada del otro lado.

— ¿Que paso con él? — Pregunte alarmada, Austin fruncio el ceño.

-Dalia

"El Chico De Mis Pesadillas" |Austin Mahone| [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora