Capitulo 35 "Muerte"

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No sabia que hacer, ni como ayudar a Austin, Jason era fuerte a comparación mía.

Observe a Jos, estaba pálido.

— ¡Eso te enseñara a no liberar a mi prisionero!... hermanito — hablo Jason mientras se levantaba y dejaba a Austin tirado con mucha sangre derramándose de su brazo.

Jason comenzó a reír, mientras observaba a Austin que trataba de levantarse del suelo.

— Tenemos que ayudarlo Davina — dijo Jos en un susurro.

Mi primo se levanto con cuidado para no hacer ruido.

— No, Jos — susurré.

Mire que Jos trataba de alcanzar algo, pero no distinguía bien que es lo que era.

Cuando por fin logro alcanzarlo, se trataba de un tubo de acero...

— ¿Que haces Jos? Deja eso — dije en susurro, Jason estaba tan ocupado riéndose de Austin que no se dio cuenta de lo que Jos estaba haciendo.

Jos tomo el tubo fuertemente con las dos manos, pude ver que este tubo tenia la punta filuda.

En ese instante Jason volteo a vernos y Jos aprovecho para clavárselo en el pecho.

— ¡No! — grito Jason, mientras caía al piso con el tubo sumido en el pecho.

Austin abrió los ojos como platos.

Todos miramos la escena donde Jason caía inconsciente al suelo.

— ¿Jos? — dije, mi primo temblaba. Me acerque a él.

Austin se aproximo a nosotros.

— ¿Están bien? — nos pregunto.

— Si — asentí, asustada — Pero mira tu brazo — dije.

— No te preocupes, sanara rápido — corto un pedazo de tela de su camisa que llevaba puesta y la enredo en su brazo.

Abrace a mi primo que estaba como en shock.

— ¿Esta muerto? — pregunte.

Austin se acerco al cuerpo de Jason y se agacho para examinarlo.

— Si... la profecía se ha cumplido — dijo y se levanto.

— ¿Que pasara ahora? —pregunte.

Me sentía aliviada por saber que Jason ya no molestaría a mi primo.

— Nada Davina, así tenían que suceder las cosas — dijo — vámonos de aquí.

(...)

Estaba sentada en mi pupitre esperando a que la clase terminara, hoy era viernes por fin.

Tenia un sueño de esos en los cuales no puedes mantener los ojos abiertos, era un milagro que haya sobrevivido a todas las clases sin quedarme dormida.

— De tarea quiero que me hagan un ensayo acerca de de la historia de Texas. Por lo menos de 15 cuartillas, sera entregado para la siguiente semana yo aviso que día — comento el profesor de Historia.

El timbre sonó, todos salimos del salón de clases, tome mi mochila y salí casi, casi arrastrándola.

Mi celular sonó, era un mensaje.

Hola Davina, paso a recogerte a la escuela en 10 minutos.

Jos C.

Sonreí, me alegraba que mi primo estuviera bien. Mis tíos al verlo se alegraron tanto que hasta lloraron de la alegría.

Obviamente no les contamos la verdad solo les habíamos dicho que Jos se había fugado con su novia — que por cierto ni tenia — pero que se había arrepentido y por eso regreso, aún no podía tener ese tipo de responsabilidades, además que fugarse de esa forma era algo malo.

— ¡Hey amiga! — grito Elisa.

— Hola — la abrace.

— ¿Quieres que te de un aventón a casa? — me pregunto.

— No hace falta — sonreí — Jos vendrá por mi.

— ¡Genial! Me alegro que Jos pensara bien las cosas, fugarse con una novia no es nada bueno — así es a mi amiga le habíamos contado lo mismo.

— Exacto.

Continuamos caminando por los pasillos de la escuela hasta llegar a la salida, Jos apareció en su auto color rojo, me silbo.

— ¡Llego! Te veo luego — dije.

— Claro — nos despedimos de beso en la mejilla.

Corrí hacia el carro rojo. Observe que Mayra veía muy atenta a Jos, puta puta.

Le mostré mi lindo dedo de en medio y subí al auto.

— ¡Hola! — me saludo con un beso en la mejilla.

— ¡Hola! — respondí — ¿A donde vamos? — pregunte.

— A la casa de mis abuelos — dijo mientras comenzaba a conducir.

— ¡Hay no! — dije con fastidio.

— Hey, no es tan malo —me sonrió.

— Si tu lo dices — dije — ¿Por que vamos?.

— Por que ha echo una comida familiar — dijo — Tu mamá ya esta allá.

— ¡Pudo avisarme con tiempo, mira mi cara! — Jos volteo a verme.

— ¡Mira la mía! — dijo sonriendo — Fue una noche larga.

— Si, horrible — suspire.

— En verdad estoy muy agradecido con Austin y contigo — me dijo.

Sonreí como idiota al escuchar su nombre.

— No tienes que agradecernos nada — dije.

(...)

Estábamos en la casa de mi abuela, todos hablábamos animada mente.

Davina — escuche de nuevo la voz — Davina.

Frunci el ceño.

— ¿Hija estas bien? — pregunto mi mama.

— Si, si... estoy bien.

Davina.

Jos me miro atentamente.

— Ahora vuelvo, iré al baño — dije y me levante de mi asiento.

El baño se encontraba hasta el fondo.

Me metí al baño... y baje tapa del inodoro y me senté.

— Tranquila, tranquila — estúpida voz que no me deja en paz.

Me levante y me mire en al espejo. Eche un poco de agua en mi frente y salí del baño.

Cuando salí en la habitación de mi abuelo, estaba un duende brincando sobre la cama y me observaba con maldad.

Abrí los ojos como platos.

-Dalia

"El Chico De Mis Pesadillas" |Austin Mahone| [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora