"El Chico De Mis Pesadillas" |Austin Mahone| [FINALIZADA]

Capitulo 31 "¿Por Que Yo No?"

Al día siguiente.

Abrí los ojos rápidamente, haciendo que la luz opaca del día me lastimara los ojos, me levante perezosamente de la cama, y me acerque a la ventana una espesa neblina cubría las calles.

Me aleje de la ventana y me dirigí al baño me lave la cara, y me mire al espejo, recordé la noche anterior, mi sueño donde Austin me había besado, estaba algo confundida con respecto a ese beso, no entendía... ¿Austin habrá entrado en mi sueño? o ¿Acaso fue solo producto de mi imaginación?.

Sacudí mi cabeza y me seque la cara con una toalla que estaba cerca de ahí.

Salí del baño y me dirigí al closet, busque mi uniforme deportivo, me lo coloque, añadí un gorro y una bufanda, se notaba que hacia mucho frío afuera, me maquille un poco y baje.

Mi mama estaba en la cocina, se veía apresurada.

— ¡Hola hija, buenos días! — me saludo apenas volteandome a ver.

— ¡Hola mamá! ¿Que sucede? — pregunte.

— Anoche me llamaron del trabajo, dijeron que falte ayer... no comprendo... por lo que veo tienen razón, ya he mirado el calendario — abrí los ojos — No puedo creer que durmiera tanto.

— Amm tal vez estabas muy cansada — aja si como no.

— Hay no lo se hija — dijo tomando el té en forma rápida — cariño ¿Esta bien si esta vez tomas el bus? — pregunto.

— Claro mamá — asentí.

— Bien, nos vemos mas al rato, suerte en la escuela — mi mama salió de la casa.

Tome un vaso de la alacena y me serví leche, tome un pan, prendí la Tv en el canal de vídeos musicales. Después de desayunar subí a mi habitación a cepillar mis dientes, tome mi mochila y salí de mi casa, y me dirigí a la parada de autobuses.

Hacia mucho frío, y casi era imposible ver por la espesa neblina.

Espere al autobús, la calle estaba desierta, lo cual me daba un poco de miedo. Saque mi celular y puse un juego para pasar el rato.

Alce la vista y vi que al autobús que se acercaba, le hice la parada y subí.

— ¡Buenos días! — salude

— Buenos días — respondió el chofer.

Tome un lugar de hasta atrás, me puse los auriculares y puse la canción de "Antología" de Shakira iba cantándola todo el camino a la escuela, cuando llegue pague el pasaje y baje rápidamente ya que iba atrasada.

Me apresure a llegar a mi aula, el profesor Mario ya se encontraba dentro.

— ¿Me permite pasar? —pregunte asomándose en la puerta.

— Cuatro minutos tarde señorita Canela, adelante y que no se repita.

Entre, vi a Austin que esbozaba una sonrisa burlona, tome mi asiento que era junto a Elisa pero detrás de Austin.

— Hola — le susurré a Elisa.

— Hola — me sonrió.

El profesor comenzó a hablar de su aburrida clase que a nadie le importa, mire por encima del hombro de Austin y como siempre en su cuaderno no había apuntes, si no garabatos.

— ¿Se te ofrece algo? — pregunto Austin, volteandome a ver.

— ¡No! — respondí secamente.

— ¡Señorita Canela, guarde silencio! — el profesor me reprendió y siguió con su clase.

Pasaron las horas, Austin solo trataba de evitarme... ¿Que chingados le hice? La verdad me dolía ver su indiferencia.

— ¿Que tienes, Davina? — pregunto Elisa.

Le di un sorbo a mi café y lo puse en la mesa donde estábamos almorzando.

— Nada... ¿Por que? — pregunte.

— Te veo medio triste.

— Estoy bien — mi vista se poso en Austin que estaba con la prostituta de Mayra, cada vez la odio mas... maldita perra.

— ¡Hey! Amiga — me dijo Elisa — deja de poner esa mirada de odio hacia Mayra, ya se que la odias.

— Hay, es que... —me interrumpió.

— ¡Estas celosa! — afirmó.

— ¡Claro que no! — la verdad si lo estaba, pero no quería admitirlo.

— Bueno haré como que te creó — río

Estúpida rubia, hueca cara de caballo. Bien si el iba a ser así, ¿por que yo no?.

— ¿No te has enterado de Armando? — pregunte.

— Pues, escuche que sus amiguitos decían que ya ha despertado, que solo esta en reposo.

— ¡Genial! Haber si al rato voy a visitar.

Volví a mirar hacia Austin, Mayra estaba sonriendo y Austin tenia una mirada picara. Maldita.

— Vamonos Elisa — ¡aagg no soporto verlo con esa plástica!.

(...)

Estaba en el hospital, así es vine a visitar mi ex novio.

Caminaba por los pasillos en busca de la habitación A-14, cuando llegue a la habitación abrí sigilosamente. El se encontraba dormido. Tenia ese cabello negro despeinado, su piel blanca con mejillas sonrosadas, labios gruesos rojos. En el cuello tenia unas vendas.

Lo observe por unos minutos, y él abrió los ojos, esos ojos color chocolate de forma almendrada.

Al verme sonrió débilmente.

— Hola — salude tímidamente.

Al verlo, recordé el motivo por el cual no lo había olvidado.

— Hola... ¿que milagro? — se incorporo un poco.

— ¿Como estas? — pregunte sentándome en la cama.

— Amm ¿Que te puedo decir? Aun me duele un poco — señalo su cuello.

— ¿Como fue? — pregunté.

— No lo recuerdo muy bien, todo fue tan rápido — hizo una pausa — solo vi a un chico no recuerdo su rostro, me corto y se fue riendo.

Maldito Austin.

— ¡Que idiota fue el que te hizo esto! — dije.

— Si... yo no lo entiendo — dijo él.

Un incomodo silencio se hizo presente.

— Bueno, Armando. Me tengo que ir, tengo tarea por hacer — me levante de la cama.

— Si linda, no te preocupes.

— Que te mejores — le sonrei.

— Gracias...

Salí de la habitación.

Cuando salí del hospital un aire helado golpeo contra mis mejillas y del otro lado de la calle puede ver a Austin, con el iris color purpura y se acercaba a mi.

-Dalia