Grite despertando otra vez de esa pesadilla.
— ¿Que pasa? — dijo mi mama con una vela aproximándose a mi cama, la luz se había ido.
— ¡Otra vez mamá!, esa pesadilla.. ya no soportó dije tocándome la frente sintiendo una ligera capa de sudor.
— Tranquila, no pasa nada, eso no es real — acaricio mi nuca tratando de tranquilizarme...aun veía aquellos ojos.
— Lo sé, pero me atormenta — mire el frío reloj de pilas que marcaba las 3:20a.m
— Sera mejor que continúes durmiendo, mañana tienes colegio, y no quiero que te desveles.
— Trataré de hacerlo — me recoste nuevamente, y trate de tranquilizarme, odiaba tener que soportar esto, mi madre se fue de mi habitación dejándome nuevamente sola.
Cerré nuevamente los ojos y poco a poco me fui quedando dormida.
— ¡Sueltame! ¡sueltame!— gritaba mientras ese chico misterioso me jalaba de los pies hacia dentro de un bosque con neblina.
— ¡Callate idiota!—me decía, mientras seguía arrastrando mi cuerpo sin piedad.
— ¿Quien eres? ¿por que haces esto? —pregunte con lágrimas en los ojos.
— ¿Quien soy? — río escandalosamente — no eres digna de saberlo y ¿por que lo hago?, porque me divierte hacerlo — dijo y me miro con esos ojos purpura.
Horrorizada grite.
— ¡Ayudenme por favor! — la garganta me ardía debido al esfuerzo pero al parecer era en vano.
— ¡Nadie te escucha!— exclamo, mientras me metía a una cabaña y me ataba los brazos y las piernas.
Abrí los ojos un nuevo día, y otra mala noche. Hice mi rutina de siempre, ducharme, cepillarme el cabello, ponerme mi uniforme y bajar a desayunar.
— ¡Buenos días hija! —saludo mi mama con entusiasmo.
— Hola mama, buenos días — respondí, mientras bebida mi jugo de naranja.
— ¿Estas lista, para la escuela? — pregunto
— No pero... Ya que — dije sin ánimos, mi madre me miro preocupada.
— Bien, pasare por ti después de la escuela, tu abuela dijo que fuéramos a comer con ella.
— Que aburrido — solte un suspiro — pero en fin, no tengo de otra — dije mientras limpiaba mi boca con una servilleta.
— Sera solo por un rato — dijo mientras tomaba su bolso — ya hay que irnos, se nos hará tarde.
— Ok — salimos de la casa y subimos a la camioneta, me recosté en el sillón y cerré mis ojos, para sentir como avanzabamos entre el trafico.
Pensaba ¿cual sera el motivo de esa pesadilla? ¿que significara?.
— Hija — me llamo mi mama.
— ¿Dime? — la mire.
— Has cambiado mucho, desde que tienes esa pesadilla... creeme que he pensado en llevarte a un psicólogo, te esta afectando mucho — me dijo.
—Mamá solo es una pesadilla cualquiera nada importante, dejara de pasar, ya lo verás — dije tranquilamente.
— Eso esperó — aparcó enfrente de la escuela — llegamos a tu destino — me dijo
— Gracias por traerme — tome mi mochila — te veo al rato mamá — le di un beso en la mejilla baje de la camioneta para dirigirme a la clase de química.
— ¡Hola, Davina! —grito mi amiga Elisa desde su casillero.
Elisa es una chica muy inteligente nos conocemos desde la infancia, prácticamente es como una hermana para mi, tiene cabello oscuro el cual le cae en delicadas ondas sobre los hombros.
— ¡Hola, Elisa! — Dije, llegando a su lado.
— ¿Que crees? — me dijo con tono de emocionada.
— ¿Que ocurre? —dije de la misma forma.
— Me he enterado que hay un chico de nuevo ingreso, todas las chicas de nuestra clase dicen que es súper guapo.
— ¿Que?— dije sin poder creerlo — estamos a mediados del semestre ¿como que entro un chico nuevo? eso es imposible.
— Pues ya ves, ¡es posible!, vamos al salón ya no ha de tardar.
— Bien —nos dirigimos al aula, pusimos nuestras cosas donde siempre. Poco después sonaron la campana, que anunciaba que era hora de que todos tomaran asiento y comenzara la clase.
— Buenos días clase — dijo el profesor Adolfo, azotando su portafolio en el escritorio.
— Buenos días profesor — respondimos todos.
—Buenos días abuelito —dijo Thom el graciosito de la clase, por desgracia el profesor lo escucho.
— Señor Thom, queda sin derecho a examen por su falta de respeto, ¿alguien quiere lo mismo? — nos miro a todos por encima de sus lentes.
— De acuerdo, hoy se integra un nuevo alumno a la clase, su nombre es Austin Mahone...por favor, Austin entra — el chico entro con una gorra roja, sudadera, gris, pantalones rojos y tenis nike, cuando el tipo levanto la cabeza me sorprendí al ver quien era.
— Imposible —dije en un susurro
— ¿Dijiste algo?— me pregunto mi amiga
— No, nada —le respondí, lo mire atentamente, efectivamente el era el chico que me atormentaba todas las noches.
-Dalia
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"El Chico De Mis Pesadillas" |Austin Mahone| [FINALIZADA]
Fanfic"ALGO SINIESTRO Y MISTERIOSO ESTA APUNTO DE DESCUBRIRSE" ¿Nunca has tenido pesadillas que quisieras borrar y nunca haber tenido?. Yo si... ¡NO SE ACEPTAN COPIAS DE ESTA NOVELA! Para cualquier tipo de adaptación favor de hacérmelo saber. Finalizada:...