Salí de la enfermería a un confundida por lo que me había dicho Austin, y por lo de la ¡
sangre, eso era lo que me preocupaba un poco más, que tal si tengo una enfermedad mortal.— ¿Davina? — Elisa me vio — Dios, ¿Donde te habías metido? Te estaba buscando... paso algo muy feo — me dijo nerviosa y un poco asustada.
— La bibliotecaria...estaba muerta ¿no es así? — dije.
— ¡Si! Es bastante extraño...y aterrador —me miro — ¿Estabas llorando? — pregunto preocupada.
— ¡No! — conteste rápidamente.
— Davina, a mi no me engañas, te conozco — me dijo.
— De verdad, es que... —hice una pausa — me arden los ojos, supongo que es por que me he desvelado — dije seria.
— Esta bien... — fruncio el ceño, no parecía convencida — Oye...¿como sabias lo de la bibliotecaria? — pregunto, ella no sabia que la había visto mucho antes, y aparte había desaparecido antes de que me "diera cuenta" de lo que había pasado.
— Pues...— piensa algo rápido Davina — cuando me fui de tu lado, me acerque a la biblioteca por que vi que de ahí salio la directora y la vi — dije.
— Oh ya — dijo ella — La directora suspenderá las clases por lo sucedido,
aparte vendrá la policía a investigar lo de la muerte y esas cosas... ¿Vienes? — me dijo.— No, mamá vendrá por mi — dije.
— Esta bien ¿Quieres que te acompañe a esperarla? — pregunto con una sonrisa tranquilizadora.
— ¡Si, gracias! Si quieres te llevamos a tu casa —le dije.
— Oh, no te preocupes por mi, traje auto — me mostró las llaves de su auto.
— Bien — dije.
Salimos de la escuela, gire mi cabeza para ver si veía a Austin,¡ojala se fuera! Por fortuna no lo vi.
Mi mamá llego, me despedí de Elisa y subí a la camioneta.
— ¿Que te sucedió, cariño? — me pregunto mi mama.
— No se mamá. Vomite... —le dije.
— Tal vez te cayo mal algo que comiste — me dijo.
— ¡No mamá ni siquiera he comido algo mas que un café! Pero no era vomito...— hable angustiada.
— ¿No? — cuestiono frunciendo el ceño mientras conducía.
— Era... sangre — freno de golpe que casi me golpeo la cara con el parabrisas.
— Hija... ¡eso no esta bien! En este instante te llevare a un médico — volvió a conducir.
— Si mamá, creo que es lo mejor — mire a mi madre y tenia una cara de preocupada.
Condujo hasta un medico.
Me atendió y me dijo que todo estaba normal.
Me tomaron unos estudios que me entregaron en pocos minutos he indicaron que todo estaba en orden, todo estaba en perfecto estado, lo que se le hizo raro al doctor, a un así me pido que reposara, y que no comiera alimentos irritantes, mi mamá y yo salimos de ahí ya más tranquilas.
— ¿Esta bien si faltas unos días al colegio? Para que te quedes en casa y reposes, a un me inquieta lo que te sucedió — dijo.
— Si mamá, le diré a Elisa que me pase los apuntes y los profesores siempre mandan la tarea por correo electrónico — dije subiendome a la camioneta — Ma'...¿aun es necesario ir con mi abuela? — La verdad no quería ir, y mas por que Austin ya sabia que iría.
— Ya quede con ella, hija... solo por hoy — me pidió.
— Bueno — suspire.
Mi mamá se dirijo a la casa de mi abuela, deje mi mochila dentro de la camioneta y entre a la tétrica casa de mi abuela.
Se preguntaran ¿por que tétrica? Bueno, les describiré como es la casa, es de color café, tiene dos pisos, en el interior es oscura y completamente de madera, que crujía cada vez que pisábamos el suelo — que también es de madera — pero no solo por su apariencia me daba miedo, les contare una historia de miedo que les paso a mis tíos en esa horrible casa.
Mi tío acababa de llegar del trabajo muy cansado, decidieron dormir, pues ya era muy tarde, decididos a sumirse en un profundo sueño, cerraron los ojos, pero algo, les impidió dormir, comenzaron a escuchar las escaleras crujir, pensaron que era la sirvienta, pues solía jugarles bromas, decidieron que por querer espantarlos, ellos le darían un susto peor... fingieron que estaban dormidos tapándose las cobijas hasta la cara, como no veían nada solo escucharon que giraron la perilla de la puerta y entraron, mis tíos se asomaron y vieron a un hombre, con una capa con picos y verdes fosforescente, les dio tanto miedo que quedaron mudos, mi tía grito, mi abuelo escucho y fue a verlos, al entrar a su habitación que hoy día es la cocina, encontró a mi tío y a mi tía súper pálidos y en shock, al siguiente día mi tío decidió mudarse y jamas volver a esa casa.
Ahí una razón por la que me da miedo ir a esa casa, otra razón es, por que odio a mis pendejas primas que siempre tratan de humillarme.
Entramos a la casa, y un escalofrío recorrió mi cuerpo, nos dirigimos a la cocina, salude a mis abuelos y a mi tía Carmen, mis primas se encontraban sentadas en una silla mientras se reían, sus nombres son Karla y Samantha.
— ¡Davina! Prima — me hablo la hipócrita Karla.
— ¿Que? — dije de mala gana.
— Ven con nosotras — me dijo.
— Antes... iré al baño — no tenia ganas de hacer pipí, pero mejor me dirigí al segundo piso, a ver un rato la Tv.
Mientras buscaba el control remoto una voz me saco de mis pensamientos.
— Hola — me gire gire a ver quien era.
— Jos me asustaste — dije tocándome el pecho, Jos Canela es mi primo con él es con quien me llevo mejor de todos mis primos, él es hijo de mis tíos a quienes espantaron en esta casa.
— Así has de tener la conciencia — me dijo con una sonrisa.
Reí ante su comentario
— No lo creo ¿Que haces aquí? — pregunte.
— Ah, solo vine a buscar esto — me enseño una guitarra — La necesito para mi clase de música.
— Oh, ¡genial! — dije
— Si, bueno... me tengo que ir, luego te veo — se despidió de mi con un beso en la mejilla y se retiro dejándome sola de nuevo, seguí con mi búsqueda del control remoto.
— Buscabas esto — dirigí mi vista hacia esa voz y lo vi...
-Dalia
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"El Chico De Mis Pesadillas" |Austin Mahone| [FINALIZADA]
Fanfic"ALGO SINIESTRO Y MISTERIOSO ESTA APUNTO DE DESCUBRIRSE" ¿Nunca has tenido pesadillas que quisieras borrar y nunca haber tenido?. Yo si... ¡NO SE ACEPTAN COPIAS DE ESTA NOVELA! Para cualquier tipo de adaptación favor de hacérmelo saber. Finalizada:...