~ Myeou y Techau

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Después de haber discutido quien visitaba a quien, acordaron que Louis iría a la casa de Harry a buscar a ¨Purr¨, después se desencadeno otra pequeña discusión en la que el rizado prácticamente rogaba a Louis que fuera en el mismo momento a su casa, y debido a sus tiernas muecas el ojiverde termino por ganar la disputa -Cosa que a Louis no molesto demasiado- y después de unas cuantas calles ya se encontraban por entrar a la casa de Harry.
-¿Te gustan los gatos?- Louis sin poder ni querer defraudar al pequeño, asintió y pronto se dio cuenta que debería haber hablado con la verdad, ya que al abrir la puerta y poner un pie dentro de la casa de Harry dos felinos saltaron a su encuentro, ronroneando con dulzura en las piernas del rizado, un escalofrió recorrió la espalda de Louis al ver a los dos gatos egipcios, él sabía que no había razón para temerles pero aun así no podía controlar el creciente terror a ellos, solo había un animal que había traspasado su zona de confort y ese era ¨Purr¨, el cual para su desgracia no se aparecía por ningún lado.
-Estos son Myeou y Techau- Con una sonrisa Harry presento a los felinos que prudentemente mantuvieron la distancia de Louis el cual sabía que si se acercaban a frotarse a sus piernas como lo habían hecho con su dueño, seguramente lograrían que el saliera corriendo y gritando con pavor.
-¿Por qué esa clase de nombres?- después de haber repelido una buena cantidad de su miedo en su interior pregunto por los extraños nombres de los felinos, ya que él nunca había escuchado esa clase de nombres tan elaborados para un gato.
Harry aparentemente emocionado comenzó a explicarle la razón de los nombres.- Es por la cultura Egipcia antiguamente a los machos se les llamaba Myeou y a las hembras Techau, y como son de raza egipcia pues encontré que los nombres les venían, ¿lindos verdad?- Sonriendo el rizado volvió a acariciar a los felinos ante la mirada asombrada de Louis el cual volvía a estar cautivado por la ternura y sabiduría de Harry.
-Te gustan demasiado los gatos- más que como una pregunta Louis lo hizo sonar como una afirmación ante la cual Harry sonrió más aún si es que era posible, mostrando al ojiazul los lindos hoyuelos que en su rostro se marcaban.- Si, Me encantan, sabes cuando era pequeño mi madre no me dejo tener ninguna mascota, así que ahora que vivo solo me llene de gatos por así decirlo, parezco una solterona ¿no?- carcajeando Harry hizo alusión a la imagen de una mujer solterona llena de gatos que hizo reír también a Louis.
- Okey solterona, cuantos gatos tienes ¿dos, tres?-
-Quince- Ya de un modo serio el ojiverde respondió, preparándose mentalmente para las mirada reprobadoras que normalmente recibía por adoptar cuanto gato callejero se cruzaba en su camino, pero la renegación no llego, Louis simplemente lo miro y sonrió.
Una sonrisa nada reprochadora, más bien amable y cálida, porque a Louis a pesar de que estar en una casa rodeado de lo que más temía lo hacía estremecerse, estaba más bien alegre de tener frente a el a alguien tan bueno como Harry aunque esa palabra al rizado le quedaba pequeña, Louis había escuchado de las personas que se dedicaban a cuidar a los pobres animales desamparados pero nunca había conocido a una, y agradeció infinitamente a dios -Tambien a Purr- de haberle presentado al rizado, ya que este tenía un encanto y un atractivo no solo externo, Louis se dio cuenta de que Harry era hermoso también en el interior y eso a Louis le incitaba a actuar con fluidez frente a un ser tan puro y angelical.

~Love Kitten~ Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora