La sangre que corría por sus manos solo tenía como razón el servir a su país, siempre tan vacío e insensible como una misma roca
Para un ex militar y condecorado héroe; el exilió era el peor de los castigos, perdón era su retiro
Min YoonGi solo su...
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En los momentos más felices, estos suelen no ser tan largos Min SeokJin sabía eso, dos semanas después lo confirmo; mientras tomaba su infusión favorita en las mesas del jardín un dolor en su vientre lo atravesó. Intento con toda su cordura tener algo de calma, conocía aquellos síntomas no importa cuánto se haya esforzado en olvidarlo todo, seguía allí El hueco en su pecho parecía querer abrirse, tanto como sus caderas en ese mismo instante, el sudor bajando por sus mejillas le hizo saber que no se trataba de una de sus pesadillas, el leve temblor en sus piernas cuando intento ponerse de pie Una de las mucamas trato de acercarse cuando sin poder evitarlo un grito rasgó su garganta; se les enseñó siempre estar atentos en sus momentos de vulnerabilidad, cuidar de sus crias y seres queridos ante cualquier dolencia o carencia, entonces gruño más alto. Ella simplemente se quedó paralizada mientras el Omega de bonito rostro trataba de dar algunos pasos; este le había mirado de una forma tan dura que ella supo lo lejos que la quería de el
- Ve por NamJoon y que preparen lo que sea para salir lo antes posible - le hablo a uno de los guardas, rara vez el mencionado no estaba a su lado.
El hombre acató su orden de inmediato, parecía un patrón, algo irrompible. No como el bonito Omega; este parecía quebrarse con cada segundo El alfa apareció casi de inmediato, sin mediar palabra alguno tomo a su pareja en brazos mientras daba la orden de ir por el medico de la familia, más sin embargo Jin se nego
- No, por favor llévame a un hospital- gimió adolorido mientras se aferraba al cuello del moreno
- Omega tiene que verte lo an... - fue interrumpido
- Nam confía en mí, soportaré pero no dejes que pase lo mismo -
Su corazón se estrujó por completo cuando vio las lágrimas en aquellos ojos miel, aquellos que le robaron el aliento desde que lo vió por primera vez, como cuando sin previo aviso SeokJin lo eligió como su lazo.
Irreversiblemente todo paso frente a sus ojos, las dos primeras veces fue horrible; un alfa no forma tan preciado vínculo con sus cachorros hasta que nacen. La peor parte era para quien los llevaba e su vientre, las que siguieron no solo rompieron parte de la estructura osea por el fuerte dolor cuando su criatura se desprendía de su matriz. Se trataba también de lo que había dejado roto en el alfa, el miedo de no solo perder a su cachorro si no a su propia vida; su Omega lo era todo para el desde el momento en que llegó a ser parte de su vida
Todo se movió en fracción de segundos, instintivo de su linaje
La naturaleza de un Omega era procrear, era lo que los hacía diferente a otros semi bestias y muy parecidos a las hembras humanas. Pero sin importar el qué su cuerpo estaba estructurado de una manera diferente a la de un alfa para dar vida, eran marcados completamente si un embarazo no se llevaba a cabo; SeokJin había sido marcado, no por uno, sino por varios El miedo era algo que su alfa podía oler sin siquiera acercarse, las hormonas habían llenado el espacio y eran también lo que lo hacía movilizarse aún más rápido de lo que se podía creer. Cuando las luces del hospital más cercano estuvieron en su campo de visión no hizo más que acelerar. NamJoon había vivido en su propia piel lo que dejaba la perdida de un cachorro gracias al lazo que compartían; odiaba como quedaba su Omega. El mismo que no había dejado de soltar alaridos y de mencionar lo mucho que le dolía
