Capítulo 15: Dulce atrevimiento

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La tensión en la oficina de Eric es palpable cuando entro, el aire cargado con el recuerdo de nuestra última sesión. Nos sentamos frente a frente, y puedo ver la preocupación en sus ojos antes de que hable.

-Dominik, necesito disculparme por cómo terminaron las cosas la última vez. No fue profesional, y lamento haber perdido el control de esa manera -dice Eric, sus ojos evitando los míos.

-Entiendo, Eric. Y aunque aprecio tu sinceridad, quizás podríamos encontrar una forma más... interesante de manejar estos momentos de tensión -respondo, dejando que mi voz caiga a un tono más sugerente.

Eric parpadea, sorprendido por mi propuesta.

-¿Qué sugieres, Dominik? -pregunta, su curiosidad picada por mi tono.

Me inclino hacia adelante, reduciendo la distancia entre nosotros.

-Quizá podría contarte uno de mis relatos mientras... me aseguro de que estoy relajando esa tensión acumulada que tienes entre las piernas. Creo que podría ser una forma muy efectiva de asegurarnos de que ambos manejemos mejor la tensión -digo, dejando que mi mirada descienda brevemente hacia su regazo antes de volver a sus ojos.

Eric traga, claramente afectado por la imagen que mis palabras evocan.

-Dominik, eso definitivamente no es convencional... -comienza, pero hay una chispa de interés en su voz que no estaba allí antes.

-Nunca he sido fan de lo convencional, ¿y tú, Eric? -pregunto, permitiéndome una sonrisa pícara mientras me recuesto en mi silla, esperando su respuesta.

Eric se toma un momento, su respiración visiblemente más pesada.

-Creo que podríamos... discutir tus propuestas con más detalle. Pero, necesitamos ser muy claros sobre los límites aquí, Dominik -responde finalmente, su tono un equilibrio entre la cautela profesional y la curiosidad personal.

-Por supuesto, establecer límites es esencial... pero explorarlos también puede ser parte de la diversión -concluyo, enviándole un guiño que deja la conversación abierta a todas las posibilidades.

-Bueno, entonces, ¿estás listo para escuchar uno de mis relatos? -pregunto, acomodándome en mi asiento, preparándome para sumergir a Eric en otra de mis aventuras.

Eric asiente, ajustándose en su silla, su interés evidente.

-Adelante, Dominik. Estoy todo oídos -dice Eric, intentando mantener una fachada de profesionalismo a pesar de la atmósfera cargada.

Respiro hondo, recogiendo mis pensamientos antes de comenzar.

**Volvemos al pasado.**

Era un día como cualquier otro en la escuela, pero para mí, iba a ser inolvidable. Estábamos en clase, sentados en nuestros escritorios, mientras el profesor continuaba con su tediosa lección. Miré a mi alrededor, aburrido, hasta que mis ojos se encontraron con Marco y Pedro.

Estaban sentados al final de la clase, cerca de la estantería llena de libros polvorientos, que me recordaba a esa vez con Pedro. Algo en sus miradas me decía que estaban tramando algo.

De repente, Pedro me hizo un gesto para que me acercara. Vacilé por un momento, pero mi curiosidad fue más fuerte. Me levanté sigilosamente de mi asiento y caminé hacia ellos, intentando no llamar la atención.

Al llegar a su mesa, Pedro me tomó de la mano y me guio detrás de la estantería.

Una vez escondidos, Marco se acercó a mí y me plantó un beso apasionado en los labios. No pude evitar gemir ante su contacto. Mientras tanto, Pedro comenzó a acariciar mi torso, bajando lentamente hasta mi entrepierna, donde ya se notaba mi erección.

Cayendo En La TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora