¿Si no podemos decidir cuándo nacer y cuándo morir, de quien es la vida que vivimos?
Por qué si la muerte es algo tan temido, en algunos países la determinan con condenas; y en otros es prohibido la muerte asistida; por qué siempre es un otro decidiendo por nosotros… ¿por qué?
¿A dónde se fue la belleza de vivir?
¿A dónde quedó la sensación de que la libertad estaba en uno?
¿Para qué sirven los derechos? Sino para oprimirnos más.
Cuando sos consciente plenamente del ahora, te vuelves libre: pero tranquilo, se que da miedo: aterra. Y hay muchas cosas que no puedes evitar preguntarte: ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Para qué?...y no, no tengo las respuestas, aun ahora con el ruido del reloj anunciándome el fin, esas preguntas no cesan…porque por algún motivo nuestra humanidad, ese pedacito de pura conciencia lo necesita saber aun sabiendo que nunca obtendrá dichas respuestas.
Lo que me digo para tranquilizarme es: preguntarte, cuestionarse…es lo que importa. Y la verdad, no sé si es lo que importa pero a mí me funciona, digo, me calma, por un instante funciona.
Leí que somos una generación desencantada. Que mentira. El que nos importe tres carajos la teoría de amo y esclavo; no nos convierte en menos sociales. Por el contrario no estamos atados a ningún estereotipo ni teórico ni ideológico, y por ende no atamos a nadie: somos una generación libre, de pensar y de vivir nuestro presente sin la necesidad de atarlo al pasado. Muchos historiadores leerán una brutalidad en mi pensamiento, pero yo veo brutalidad en su pensamiento lineal. Lo que hizo o dejó de hacer Hitler no limita mi pensar ni mi sentir. No estoy condicionada, no estamos condicionados al pasado…porque para una persona que ama vivir: el ahora es lo único que importa. Pero no se lo vayas a decir a tu profesora de Contemporáneo en un final o vas a desaprobar como lo hice yo.
Dejo los exámenes desaprobados en la basura, porque solo yo sé el sentido de ellos, el valor que tenían en mi vida. Lo mal que lo pase al desaprobar y las hermosas consecuencias que tuvieron. El primer final que desaprobé sali a bailar y fue la primera vez que realmente me divertí en un acto social, baile, cante, tomé y bese como nunca lo había hecho. La pase tan bien, me divertí sinceramente, no solo fingí hacerlo como en otras ocasiones, y al final tuve un momento de felicidad a raíz de un suceso terrible; al menos lo era en ese momento de mi vida, era lo peor que me podía ocurrir.
Los papeles llueven dentro de la bolsa mientras observo la lluvia detrás del ventanal y un escalofrío me recorre desde la espalda hasta mi nuca. Las gotas de la lluvia suenan como las agujas de un reloj…
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Una Muerte Determinada
Short StoryCohelo dijo que un suicidio implica pensar primero en uno, y eso no es verdad. Busco quien me haga la portada.