Capitulo 14: Casi...pero no.

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El sonido de la puerta abriéndose hizo que lentamente abriera los ojos. Debí de haberme quedado dormida porque apenas entraba luz por las persianas. Observé a la persona que había entrado en la habitación, se acercó intentando no hacer ruido y se sentó delicadamente en mi cama.

-Cielo, vamos a cenar ¿Quieres bajar o prefieres quedarte aquí durmiendo?- preguntó mi madre con cariño mientras acariciaba mi rostro.

-No, voy a bajar.- mi voz se oía algo pastosa debido al sueño.

-Muy bien, te esperamos abajo-asentí lentamente a la vez que me incorporaba y mi madre se levantaba para salir por la puerta.

No tenía ni idea de qué hora era pero debí de dormir mucho para que ya fuera la hora de la cena. La verdad es que necesitaba descansar, últimamente no dormía bien por las noches.

Me levanté con muy pocas ganas, y fui al baño. Mis ojos se veían cansados y adormilados, el pelo se escapaba de mi moño haciendo que cayese desordenado por mi cara. Refresqué mi rostro mojándolo con agua fría para despejarme, y rehice mi "estupendísimo" moño. Una vez todo hecho salí de la habitación y baje las escaleras perezosamente. El olor a comida llego a mis fosas nasales haciendo que mi estómago gruñera en respuesta.

Cuando llegué Will y Jade ya estaban devorando la comida de su plato y si te decuidabas la de los demás también.

-Gracias por esperarme eh -hablé con sarcasmo.

-Sin problemas-contestó Will con la boca llena , acto seguido llevo la pata de pollo a la boca para darle un mordisco sin siquiera haber tragado lo otro, hice una mueca de asco.

Por su parte, Jade solo levantó su dedo pulgar sin molestarse en quitar la comida de su boca, comían como cerdos. Miré sus ojos, pensé que a estas horas ya se habría ido, me senté en mi sitio tranquilamente y empecé a comer en silencio. En realidad nadie hablaba, Jade y Will comían, ¿qué digo comían?, engullían como patos y el resto creo que simplemente no tenían nada que decir.

-¿Sabes? Ethan se quedará a dormir aquí esta noche-me habló mi madre, rompiendo el silencio.

-¿Qué? ¿Por qué?-pregunté casi inmediatamente, miré a Ethan con el ceño fruncido esperando una respuesta.

-Pues los padres de Ethan están de viaje y me pareció buena idea que durmiera esta noche aquí ¿Qué tiene de malo?-preguntó con una ceja alzada, era uno de los muchos gestos y expresiones que había heredado de ella.

-No...nada-contesté-Pero...¿Dónde dormirá?-pregunté yo ahora.

-Tranquila, dormiré en el sofá-habló Ethan por primera vez en toda la cena.

Hiba a volver a hablar pero un estruendoso eructo me interrumpió haciendo que todas las cabezas girasen hacía Jade acompañados de las carcajadas de Will.

-¡Jayden!-lo regañó mi madre con una mirada severa.

-Perdón mami-habló como un niño pequeño-pero era demasiado grande como para retenerlo dentro, y quería enseñároslo-dijo orgulloso de su eructo.

Mi madre tan solo puso los ojos en blanco y siguió comiendo, ese era otro de los gestos que compartíamos.

-Keira, me  ha dicho tú madre que te has hecho otro tatuaje-me dijo mi padre.

-Si es cierto ¿Por?-pinché un trozo de pollo con el tenedor y lo lleve a la boca, quien dijese que mamá cocinaba mal definitivamente estaba loco.

-Sabes que no me gustan.

-Sí, lo sé pero no es tu decisión.-a mi padre no le gustaba que me tatuara, pero ya discutimos en su día todo lo que teníamos que discutir sobre ese tema, y quedamos que era mi cuerpo y no era algo que él pudiera controlar. En realidad fui tajante respecto al tema, no di muchas opciones de negocación, así que ahora simplemente se resigna y lo asume.

Del Bronx a ManhattanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora