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Se sentía tan abrumado, atrapado en ese infierno, solo sin ayuda. Sus ojos comenzaron a abrirse con tanto agotamiento y pesadez no recordaba nada de lo que había ocurrido quizás aún seguía sin recuperar su conciencia.
Un ligero gemido débil escapó de su boca al sentir el pesado toque de alguien sobre sus muslos llenos de moretones y mordidas, no tenía el valor de ver quien era, no quería. El lo sabía.
—Y-yo... Lo siento. —Gime cada vez más sensible, su cuerpo reaccionaba bajo los
efectos de las mordidas.
Sintió como horror se coloca entre sus piernas y sin moderación y consideración apretaba su cintura Cross solo emitió un ligero chillido entre ligeros llantos, podía sentir como se desgarraba su ecto-cuerpo.
—Intentaste huir, mi liebre, ¿Querías irte y dejarme solo? —Una risa retorcida se zafaba de el.
Cross grita débilmente cuando unos dientes afilados se hunden en su ecto como si fueran caramelos masticables, y un dolor intenso y agudo lo atraviesa como un disparo. Toda su pierna palpita, su cuerpo se calienta como si se hubiera encendido un fuego en su alma.
Por un momento aterrador, Cross se pregunta si horror tiene la intención de arrancarle un trozo de su ecto, como un tiburón que desgarra la carne de sus presas. Pero esas poderosas mandíbulas lo soltaron tan rápido lo cual fue un alivió.
—conejito. —Lo oyó decir, su rostro se volvió hacia aquel esqueleto.
—Huele mal.
Horror no pestaño, bajo la mirada y observo sus manos, Cross clavaba su vista en él, analizando cada detalle que aquel tenía, Su alma latía con tanta rapidez, su cuerpo respondía al miedo que sentía, horror estaba actuando raro.
—Conejito... —Susurro ladeando la cabeza, aún con la vista baja. Notó como su cuerpo se balanceaba de atrás hacía delante. Tan lentamente que debía prestar atención para ver cada una de sus acciones— ¿Recuerdas algo?.
Por un momento Cross quedó callado, siquiera recordaba que había sucedido, no sabía porque no estaba consiente.
Nego con la cabeza.
Horror lo miro— Encontré un lugar no muy lejos de aquí, ¿Quieres venir? Podemos cazar la cena de esta noche.
Cross quedó perplejo, miro la puerta de la salida, horror se acercó a él con lentitud, cuando tomó su muñeca se dejó.
—He quitado las trampas de osos si eso es lo que te preocupa —Menciono llevando la mano de Cross a sus "labios", los nudillos del niño estaban cubiertos de sangre seca y horror dejo un suave beso en estás.
—¿Todas? —Pregunto mirándolo. El pequeño lo vio sonreír con cierto brillo en los ojos. Como si tuviera orgulloso de su acto.
