Pensamientos + Lugares

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Disclaimer: Hetalia Axis Powers y sus derivados pertenecen a Hidekaz Himaruya.

Advertencias: Temática slash (hombre/hombre). Diferencia de edad (6 años).

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Debido a lo que Antonio me confesó en la tarde y a la cita que tendríamos al día siguiente, el nerviosismo terminó por consumirme, haciendo que durmiera pocas horas durante la noche.

En la mañana me quedé dormido cerca de media hora, pero por suerte Feliciano fue a despertarme antes de irse él al colegio. A veces, y sólo a veces, era bueno tener un hermano menor tan diligente como él. Logré llegar sólo diez minutos retrasado al instituto y tanto Alfred como Lukas se extrañaron por ello, pero sólo Alfred preguntó que qué había pasado.

—Solo me quedé dormido. —Miré más atentamente el rostro de mi amigo, ya no tenía ninguna venda ni rastro de haberse metido en una pelea— ¿Te maquillaste para esconder los moretones o qué?

—Como crees. Estoy acostumbrado a los golpes, desde pequeño, así que me sano realmente rápido. —Al dejar de hablar hizo el signo de victoria con la mano.

—Eres extraño. Y bruto.

—No me llames bruto, ¡y extraño es Iván! Él tampoco tiene más los golpes.

—¿Te has encontrado con él en la mañana? —Asintió levemente con la cabeza. Luego llegó el profesor y debimos dejar de hablar para saludarlo.

El día pasó tranquilo, dentro de lo que se podía llamar tranquilo, teniendo en cuenta las miradas de odio que se dedicaban Alfred e Iván cuando estaban cerca. Bueno, al menos eran sólo eso, miradas, y no golpes.

Cuando las clases terminaron se me llamó por el altavoz, este decía que debía ir a la sala de profesores. Tanto Lukas como Alfred me miraron extrañados.

—¿Qué hiciste esta vez? —preguntó Alfred.

—Oye, que aquí el que siempre se mete en problemas eres tú. —Me levanté de mi asiento y tomé mis cosas— No creo que para cuando vuelva sigan aquí, ¿no? —Ambos negaron— Nos vemos el lunes entonces.

—Nos vemos.

—Que estés bien.

En cuanto salí del salón me dirigí directo hacia la sala de profesores, allí me encontré con la señorita Monika. Resulta que ella me había llamado por el tema de haberme ofrecido para ser ayudante. Me agradeció bastante y me pidió si la podía ayudar ahora mismo, que necesitaba ordenar y buscar algunos materiales para la próxima clase. Sin pensarlo mucho acepté y junto a ella pronto nos dirigimos hacia un salón que funcionaba como almacén donde se guardaban todo tipo de cosas. Luego de buscar y recoger varios utensilios fuimos a dejarlos a la sala donde las clases se impartían, allí los sacamos, pasamos inventario y ordenamos.

No sentí el paso del tiempo, y en un momento de distracción mientras la profesora me conversaba miré hacia fuera por la ventana, esta daba al patio central interior del instituto, ahí vi a dos hombres adultos jugar fútbol, uno era uno de los profesores de educación física, y el otro era Antonio.

Luego de procesar lo recién visto por dos segundos me alarmé, se me había olvidado completamente la cita con Antonio. Miré otra vez por la ventana confirmándome de que era él, sin demora abrí la ventana a mi lado y grité su nombre. Pronto se volteó y al encontrarme con la mirada me sonrió y saludó agitando ambos brazos.

De alguna forma Antonio siempre se las arreglaba para aparecer en los lugares menos esperados.

Me excusé con la profesora y le dije que debía irme, ya que tenía un compromiso. Con una sonrisa en el rostro y sin preguntar nada me dejó ir, prometiéndole que la próxima vez le avisara si es que estaba realmente desocupado como para ayudarla. Le agradecí y me retiré rápidamente. Pasados unos instantes me encontré con Antonio en el patio.

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