Enséñame

Cumpleaños + Sorpresas

Disclaimer: Hetalia Axis Powers pertenece a Hidekaz Himaruya.

Advertencias: Temática slash (hombre/hombre). Diferencia de edad (6 años).

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—¡Feliz cumpleaños hermano! —escuché un grito provenir desde la entrada de mi habitación, despertándome.

Pronto la puerta se abrió y un muy animado Feliciano se dejó ver, corrió hasta mi cama y se lanzó sobre mí.

—¡Feliciano! —reclamé— ¡No hagas eso!

—Deberías estar acostumbrado ya.

—Pues no, porque cada año ganas más peso.

—¡Oye! —dijo molesto, pero luego sonrió —. Sólo porque hoy es tu cumpleaños no me enojaré.

—Ya, muévete. Necesito levantarme, si no llegaré tarde al instituto. —Antes de apartarse me abrazó, y me dio un beso en la mejilla— Feliciano... Por favor —dije intentando ocultar la vergüenza.

—Es sólo una vez al año. No seas gruñón. —Se alejó de mí y me volvió a sonreír. Pronto se fue y me dejó sólo.

Suspiré cansado. Tenía razón, era sólo una vez al año, no podía ser algo malo.

Me desperecé estirando brazos y piernas, varias veces. Hoy había despertado más cansado de lo habitual, ya que la noche anterior me quedé hasta tarde preparando el pastel para mi hermano además de otros dulces.

Luego me levanté y, después de ducharme y vestirme, estaba listo para ir al instituto. Cuando llegué a la estación de metro me encontré con Kiku, que extrañamente me había estado esperando. Al verme de inmediato me saludó y deseó un feliz cumpleaños, le agradecí y ambos nos fuimos hasta el instituto.

—A la tarde, como siempre, haremos una pequeña celebración en casa. —Junto a Kiku estábamos entrando al instituto—Por si quieres ir.

—Allí estaré —respondió sonriendo.

A lo lejos me pareció oír mi nombre, pero no le presté atención y seguí caminando. Me detuve cuando noté que Kiku se había detenido también, me giré a verlo y, como si se tratase de un tren a toda velocidad, alguien chocó contra mí, pero en vez de caer al suelo, siguió corriendo conmigo y en brazos y luego me cargó como un saco. Debido al golpe sentía mi cabeza y estómago dar vueltas.

—¡Feliz cumpleaños Lovino! —Escuché de pronto, era una conocida pero a la vez desagradable voz.

—¿Alfred...? —dije apenas.

—¡Él mismo!

Cuando me recuperé un poco noté que aún me tenía en brazos.

—¡Oye, suéltame! ¡Y que te has creído! ¡Usarme como sujeto de tus placadas!

—¡Pensé que sería una buena oportunidad!

—Sí, es una excelente idea asesinarme en mi cumpleaños. —Alfred rió divertido. Luego me bajó y aproveché de pegarle una patada en las piernas. No creo que le haya afectado mucho, pero al menos con eso yo quedaba conforme.

Pronto se nos acercó Kiku, quien me preguntó cómo estaba. Luego Alfred comenzó a hablar sobre un videojuego nuevo y charlaron de ello durante unos minutos.

—¡Oh, ahí viene Iván! —dijo Alfred, interrumpiendo su conversación con Kiku y corriendo hacia él.

Miré a mi amigo, y me sorprendí al notar que me estaba mirando, con una sonrisa en el rostro.