Are you happy now? [GoodOmens] [Crowley x Aziraphel]

XXVII

Aziraphel, con lágrimas aún frescas en sus mejillas, se aferraba a Crowley como si su vida dependiera de ello. Sentía una mezcla de emociones: alivio por tener a Crowley a su lado, miedo por lo que el futuro les deparaba y una profunda tristeza al recordar las innumerables veces que habían sido separados.

—No puedo permitir que vuelvas a arriesgarte por mí —susurró Aziraphel, su voz quebrada—. No después de todo lo que has hecho.

Crowley acarició suavemente el cabello de Aziraphel, intentando transmitirle calma.

—Ángel, esta vez será diferente. Tengo un plan —dijo, aunque evitó mencionar el sacrificio personal que implicaba.

Aziraphel se separó ligeramente, buscando los ojos de Crowley.

—¿Qué plan? ¿Qué piensas hacer?

Crowley suspiró, sabiendo que no podía ocultarle la verdad.

—He conseguido aliados en el infierno. Juntos, enfrentaremos a Metatron y pondremos fin a este ciclo de una vez por todas.

Los ojos de Aziraphel se abrieron con sorpresa y preocupación.

—¿Aliados en el infierno? Crowley, eso es peligroso. no quiero que te pase nada.

—Lo sé, pero es nuestra mejor opción. No puedo hacerlo solo, y ellos tienen sus propias razones para querer enfrentarse a Metatron.

Aziraphel bajó la mirada, sopesando las palabras de Crowley. Sabía que su amado demonio estaba dispuesto a todo por él, pero el riesgo era enorme.

—Entonces, déjame ayudarte —dijo finalmente, con determinación en su voz.

Crowley negó con la cabeza.

—No puedo permitir que te pongas en peligro, Aziraphel. Metatron es poderoso, y no quiero que te lastime.

—¿Y crees que puedo quedarme aquí, esperando sin hacer nada mientras tú arriesgas todo? —replicó Aziraphel, tomando las manos de Crowley entre las suyas—. Hemos estado separados demasiadas veces. Esta vez, enfrentaremos esto juntos.

Crowley vio la resolución en los ojos de Aziraphel y supo que no podría disuadirlo.

—Está bien —cedió—. Pero prométeme que seguirás mis indicaciones. No podemos permitirnos errores.

Aziraphel asintió.

—Lo prometo.

Crowley esbozó una sonrisa, aunque en su interior la preocupación seguía latente. Sabía que el camino que habían elegido era peligroso, pero con Aziraphel a su lado, sentía que podían enfrentar cualquier adversidad.

—Entonces, preparémonos. Tenemos una batalla que ganar.

Juntos, comenzaron a planificar sus próximos movimientos, conscientes de que el destino de su amor y su libertad dependía del éxito de su misión.

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