Nací en junio.Por eso todas las cosas geniales me pasan en junio.Es así. Debe de ser una ley natural.
Arianna tambien nació en junio y todas las cosas geniales le pasan en ese mes. Pero ella diría que son cosas <<chulas>>, no geniales. Arianna no es una intelectual. La intelectual soy yo.
La historia de la mina, que tiene que ver con las dos, empezo precisamente en un caluroso dia de junio.
De aquella mañana recuerdo el sudor en las axilas, el olor a hierba y polvo y, sobre todo, la luz. Te traspasaba los ojos y te llagaba directamente al cerebro.
Cuando entre en la mina con mi clase me sorprendio el contraste:al venir del sol, aquellas galerias me parecieron tan frias como la cámara frigorífica de un depósito de cadáveres y tan oscuras como...
¿Como qué?
Es difícil encontrar comparaciones adecuadas, sobre todo cuando buscas una que te produzca escalofrios.
La oscuridad en la mina era densa y brumosa, iluminada tan solo por la tenue luz de unas lamparillas. Olía a moho y a roca.
Massimo, el profesor de 5°C, se había parado delante de la primera difurcacion para mostrarnos los que antaño habían sido los establos de los burros .
-Los pobres animales comían y dormian bajo tierra. Trabjaban 18 horas al dia arrastrando los vagones con el mineral, y una vez dentro de la mina, no volvian a salir de ella mientras vivian.
Mientras entre nosotros se extendia un <<oh>> de indignado horror, senti que me agarraban del brazo

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LA ISLA DEL TIEMPO PERDIDO
MaceraEs un libro escrito por Silvana Gandolf Subiré todos los domingos