EPÍLOGO: NUESTRO FELICES PARA SIEMPRE

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Epilogo: nuestro felices para siempre

-INICIO DEL FLASHBACK-

-Damon, suelta ese dulce inmediatamente- le digo a mi hijo, cuando lo pillo en la cocina de la casa de mis padres.

-pero mama, quiero una golosina- me dice, y aunque me cueste un poco entenderlo, se lo que quiere.

Así que me acerco a él, y me pongo a su altura, para que así sepa que no estoy enfadada con el solo que tiene que hacerme caso.

-si te lo comes todo, y te portas bien, luego papa te comprara un helado, ¿vale?- le digo, y este asiente con su cabecita de tres años.

El tiempo ha pasado volando durante los últimos cuatro años, María, y Luis, están feliz mente casados, y tienen a sus gemelos, Mike y Julia, de dos años, ellos siguieron juntos, y dios, ahora son la pareja aparte de nosotros más felices del mundo.

Jack, conoció a una venezolana que lo lleva por el camino de la locura, pero lo bueno, es que dentro de poco, vamos a ir a su boda porque ella por fin ha claudicado, y le va a dar el sí.

Ian y Lu, se separaron un año después de que naciera Damon, porque ella le fue infiel con uno de los empleados del hospital donde trabajaba, pero al poco tiempo, Ian conoció a una chica, Marta, a la que quiere con locura, más ahora que están esperando a su segundo hijo, no están casados, pero ellos son felices así.

Y bueno quedamos nosotros, y que decir, sigo igual de enamorada de Aaron, que el primer día, ya llevamos cuatro años casados, y junto a Damon, somos los padres más felices del mundo, no puedo pedir más en esta vida, ¿o sí?

Con mi madre y con mi suegra las cosas has sido iguales, ellas se niegan a cambiar, y nosotros no podemos hacer nada, aunque ahora, están un poco menos pesadas desde que le dimes el susto más grande del mundo.

-INICO DEL FLASBACK-

-tenemos que hablar- es lo primero que suelto cuando entramos en la casa de mis padres, hoy ahí cena familiar.

-¿qué pasa cariño?- me dice mi padre que esta junto a Travis tomándose una cerveza.

-no podemos más- le dice Aaron a todos los presentes, mientras mi amor, lleva a un Damon de dos años entre sus brazos.

Ya estábamos hartos, esta mañana se habían presentado mi madre y mi suegra en mi casa, sin avisar, y encima que estábamos un poco agobiados con los preparativos del cumpleaños de Damon, y con la apertura de la nueva empresa de Aaron, ella se pusieron muy pesadas con quedarse con Damon, y bla, bla, bla, al final las eche de mi casa.

-¿con que no podéis más?- suelta mi madre de repente.

-con vosotras, estamos hartos de que os presentéis en nuestra casa a la hora que queráis, no os dais cuenta que es nuestra vida, y la queremos vivir tranquilos- le dice Aaron, y veo como mi madre, y mi suegra sueltan alguna lagrima.

-lo sentimos- nos dicen las dos a la vez.

-no es verdad, si lo sintierais no lo haríais cada dos por tres- les digo, y estas se miran entre sí.

-así que hemos tomado una decisión- le dice Aaron, y me acerca a su cuerpo.

-hay dios mío, ¿y cuál es esa decisión?- nos pregunta mi suegro con el ceño fruncido.

-nos vamos a mudar a España- suelto sin más, y las dos mujeres delante de mi suelta un sollozo.

-no por favor, no os vayáis- nos dice mi padre, con los ojos cristalizados.

-no nos hacéis caso por las buenas, pues lo haremos por las malas- le digo, y me callo cuando interrumpe Aaron.

-por la buenas, venís a nuestra casa sin avisar, y hacéis lo que queréis, pues por las malas, solo nos vais a ver a los tres, para navidades, verano, y otoño, ¿ya habéis conseguido lo que queríais?- le dice Aaron, y ellas nos miran con lágrimas en los ojos.

Vamos nena sabes que somos perfectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora