CAPÍTULO 18: ¿SE PUEDE TENER UNA FAMILIA MÁS PESADA?

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capitulo 18: ¿se puede tener una familia mas pesada?

Los siguientes días en el hospital, fueron bastantes agobiantes, ya que nuestras madres no se querían separar de nosotros, aunque al final cedieron, y las echamos de allí, todo hay que decirlo, las medicas las tuvieron que amenazar diciéndoles que les prohibirían la entrada.

Y hoy por fin hemos vuelto a casa, y dios, estoy hecha polvo, aunque Aaron no está mucho mejor que yo, ambos tenemos ojeras, aunque estamos muy felices de tener a nuestro pequeño con nosotros, no hemos pegado ni ojo durante esta noche.

Por ejemplo, ahora estamos los tres tumbados en nuestra cama, yo tengo a mi niño sobre mi pecho, y a la vez, estoy apoyado en el pecho de Aaron, que tiene los ojos cerrados, supongo que se abra quedado dormido, yo, es que no puedo, sino veo que el bebe está despierto.

-venga Damon, duerme un poco cariño- le susurro a mi hijo, y veo como este se le van cerrando los ojos, así que me separo de Aaron, y lo pongo entre ambos, para que así no se pueda caer de la cama, y antes de darme cuenta, hemos caído los tres en un profundo sueño.

Me despierto cuando oigo el lloro de mi bebe, así que me remuevo, y lo subo otra vez a mi pecho y este se vuelve a quedar dormido, igual que yo, hasta que escucho el timbre de la puerta muy insistente, y el bebe se remueve.

Contodo el mal humor del mundo, dejo a Damon en su cuna, y miro a Aaron, que sigue igual de dormido que antes, y bajo las escaleras, y me dirijo hacia la puerta, se quiénes son, pero espero por su propio bien, que no lo sean.

Abro la puerta, y como no, son mi madre, y mi suegra, que traen más cosas para mi hijo, dios, estoy que echo humo, y no sé si es porque tengo sueño, o porque estoy harta de las dos.

-¿estáis tontas?, acabo de dormir a Damon, porque no ha dormido en toda la noche, y vais vosotras tocando el timbre, y despertándolo, sois increíbles- le digo, y ellas hacen pucheros.

-lo sentimos- me dicen, y me hacen más pucheros, pero estoy demasiado enfadada con ellas como para que me hagan gracia.

-os lo dijimos en el hospital, antes de venir ,tenéis que llamar, os lo hemos avisado y vosotras ni caso, sois muy insistente- y con mi última palabra, cierro la puerta, y las dejo con la palabra en la boca, y subo las escaleras.

Entro, y mirando a Damon, que aún está durmiendo, me tiro en la cama, y me acurruco contra Aaron, y caigo otra vez en un profundo sueño.

Cuando me despierto, estoy sola en la cama, y Damon, tampoco está en su cuna, además, fuera ya ni hay luz, sino que esta oscuro, dios, ¿cuántas horas he dormido?, me levando de la cama, y voy hacia abajo, donde he oído ruidos.

No puedo evitar apoyarme en el marco de la puerta, ante la vista que tengo delante de mí, Aaron, va sin camiseta, y con un pantalón de chándal, y tiene entre sus brazos a Damon, que va vestido con un pantalón como el de su padre, y con una camiseta de tirantes verde, que hace que sus ojos se vean increíbles.

Pero eso no es lo que me llama la atención, sino que Aaron, con un brazo, tiene al niño, y además, le está dando un biberón, mientras con la otra le está señalando o más bien gesticulando cosas sobre futbol, o eso creo, me encanta cuando hace eso, me recuerda cuando le hablaba estando en mi barriga.

-así campeón, se lleva a ser el mejor en futbol- le oigo que le dice, así que me acerco a él por detrás, y paso mis manos y mis brazos por su cintura, y me acerco a él.

-ah, y por cierto, siendo jugador de futbol, se liga mogollón- oigo que le susurra al bebe, pero también lo dice para que lo oiga yo.

Le doy un manotazo en el brazo libre y le frunzo el ceño, para que sepa que no me gusta su contestación, sé que antes que yo han habidos más mujeres, pero a ahora es solo mío, y para siempre.

Vamos nena sabes que somos perfectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora