Capítulo IX

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Ya han pasado tres días y sin falta el personaje que tiene tanto interés en mí, siguió enviado las flores de tres colores diferentes: naranjas, rosadas claras y moradas oscuras, pero en estas tres ocasiones no añadió ninguna tarjeta, solo mandaban un mensaje con la persona que las entregaba siempre diciendo que "quería que los días pasaran más rápido", ya se me estaba haciendo una costumbre ver esas flores en mi cuarto y en la casa, esto me causaba grandes problemas con mis padres, ya se sentían cansados por tantas rosas y no entendía qué necesidad tenía ese joven de insistir tanto con rosas.

Alicia solo contaba los días con ansias para poder conocerlo y era de las primeras en preguntar cada día si "el misterioso" como lo habíamos denominado estaba cumpliendo con mandar las flores, teniendo siempre presente que cada día eran menos y de un color diferente. Me ponía un poco curiosa por saber qué color llegaría a mi casa, sin embargo, mientras tenía las clases en la universidad mi mente debía concentrarse en lo único importante, mis estudios.

(...)

Mientras me encontraba en mi clase de psicología evolutiva, un joven toco la puerta solicitando que saliera, no quería perderme una sola parte de la clase, puesto que de la atención dependían los futuros exámenes, sin embargo, aquel muchacho fue muy insistente y lo que menos me motivaba a salir era que no reconocía a esa persona. La obstinación con la que se asomaba al salón hizo que mi profesor abriera la puerta y le preguntara:

-¿Qué sucede? ¿Por qué no me permite dar la clase de forma tranquila? ¿Acaso me está solicitando a mí?-dijo con un tono mal humorado.

-No señor disculpe, lo que sucede es que tengo una orden de entregar un presente a la señorita Samantha Santacruz y me dijeron que se encontraba en esta clase.

-Y no puede esperar hasta que la clase termine – dijo el profesor Tomás.

-En verdad me pagaron lo suficientemente bien para que fuera insistente, solo necesito que la joven salga y reciba lo que le enviaron y podrá seguir con su clase, además desde hace un tiempo la estoy solicitando solo que ella no había querido salir- dijo el joven un poco ruborizado.

Solo pedía que la tierra se abriera y me tragara, no solo había quedado mal delante del profesor sino que la clase se había tenido que parar por mi culpa. Además el profesor dijo:

-Señorita Santacruz Samantha, puede hacer el favor de retirarse a recibir lo que le tienen que entregar justo en esta hora-dijo muy enojado.

Yo solo me levante de mi puesto con mi bolso y le dije al profesor que lo sentía, solo quería salir a ver qué era lo que quería ese estúpido que me había hecho quedar tan mal delante de toda la clase, al retirarme el profesor me dijo:

-No vuelva a mis clases si va a seguir causando este tipo de situaciones.

Sentía demasiada vergüenza con el señor Tomás y le dije:

-Sí señor, de verdad lo siento mucho esto no se volverá a repetir.

(...)

Finalmente ya estaba en frente del muchacho y muy enojada le pregunte:

-¿Qué te pasa? ¿Por qué me necesitas? ¿No podías esperar hasta que la clase terminara?

A lo que él contesto:

-En verdad discúlpeme, pero la persona que realizo este envió pago mucho dinero para que lograra entregárselo en medio de su clase

-¿Cuál envío? ¿Usted de qué está hablando?

-Acompáñeme por favor, es que en la entrada no me dejaron ingresar el camión por cosas de seguridad con los carros y eso

-Yo a usted no lo conozco así que no voy a ir

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