CAPÍTULO 24. CONFUNDUS.

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Parecía que la mitad de la Casa Gryffindor se había presentado, desde alumnos de primer año que nerviosamente apretaban una selección de las pésimas viejas escobas de la escuela, hasta alumnos de séptimo que destacaban sobre el resto intimidando descaradamente.

Los últimos incluían un gran chico con pelo tieso que Harry reconoció inmediatamente del Expreso de Hogwarts.

-Nos conocimos en el tren, en el compartimiento del viejo Sluggy,- dijo con confianza, dando un paso fuera de la multitud para estrechar la mano de Harry, y luego sonrió coquetamente a Sky.

-Cormac McLaggen, Guardián.

-No hiciste las pruebas el año pasado, ¿O sí?- preguntó Harry, dándose cuenta del gran tamaño de McLaggen y pensando que podría bloquear a los tres golpeadores sin moverse siquiera.

-Estaba en la enfermería cuando realizaron las pruebas,- dijo McLaggen, agrandándose- Comí una libra de huevos de Doxy por una apuesta.

-Bien -dijo Harry, viendo la cara de fastidio de Sky.

-Bueno… esperen por ahí… -dijo Sky, apuntando al borde del campo, cerca de donde Hermione estaba sentada.

Sky y Harry decidieron empezar con una prueba básica, pidiendo a todos los postulantes al equipo que se dividiesen en grupos de diez y volasen una vez alrededor del campo.

Esta fue una buena decisión: los primeros diez estaban formados por alumnos de primero y no podía estar más claro que casi nunca habían volado antes.

El segundo grupo constaba de las diez niñas más tontas con las que Harry se había encontrado nunca, quienes, cuando sopló su silbato, simplemente comenzaron a reírse tontamente y a apretarse entre ellas.

El tercer grupo tuvo un amontonamiento a la mitad del camino alrededor del campo.

La mayoría del cuarto grupo había venido sin escobas.

El quinto grupo era de Hufflepuff.

-Si hay alguien más aquí que no sea de Gryffindor -gritó Sky con molestia- márchese ahora, ¡Por favor!

-Lo que tu guapura hace, Rayito -susurró Sky con burla, Harry se puso muy rojo.

Hubo una pausa, entonces un par de pequeños Ravenclaws salieron corriendo a toda velocidad del campo bramando en risas.

Después de dos horas, muchas quejas y varios enojos, uno implicando una Cometa 260 rota y varios dientes rotos.

Sky y Harry había encontrado a las tres Cazadoras: Katie Bell, de vuelta al equipo después de una prueba excelente, un nuevo hallazgo llamada, Ginny Weasley, quien había destacado toda la competición y marcado diecisiete tantos por añadidura y obviamente Sky, quien era veloz, asusta, buena esquivando bludgers y la mejor marcando.

-Esa es nuestra decisión final y si no se quitan del camino de los Guardianes les tendré que echar una maldición -bramó Harry molesto.

Ninguno de los golpeadores elegidos tenía el viejo resplandor de Fred y George, pero aún así estaba razonablemente satisfecho con ellos: Jimmy Peakes, un chico de tercer año bajito pero con el pecho ancho que se las había arreglado para hacerle un chichón del tamaño de un huevo en la parte de atrás de la cabeza de Harry con una Bludger golpeada ferozmente, y Ritchie Coote, que parecía debilucho pero apuntaba bien.

Se unieron a Katie y Ginny en las tribunas para ver la selección del último miembro del equipo.

Harry y Sky habían deliberadamente dejado la prueba de los Guardianes para el final, esperando tener un estadio más vacío y menos presión en aquellos a los que concernía.

Cada vez que un Guardián volaba a los aros, la multitud rugía y se burlaba en igual medida. Ninguno de los cinco primeros aspirantes pudo parar más de dos goles cada uno.

Para la decepción de Harry y Sky, Cormac McLaggen paró cuatro tiros de cinco. En el último, sin embargo, se disparó en la dirección totalmente opuesta, la multitud se rió y lo abucheó y McLaggen volvió al suelo apretando sus dientes.

Sky miró fijamente a Hermione, sabía que había pronunciado el encantamiento confundus, aun en su escoba rió sumamente. ¿Cuánto tardarían sus amigos en darse cuenta de sus sentimientos?

Ron parecía listo para desmayarse mientras se subía en su Barredora 11.

-¡Buena suerte!- gritó una voz desde las gradas. Harry miró alrededor, esperando ver a Hermione, pero era Lavender Brown.

Ron salvó uno, dos, tres, cuatro, cinco tiros uno tras otro. Encantado y resistiéndose a unirse a los vítores de la multitud con dificultad, ambos se volvieron a McLaggen para decirle que, desafortunadamente, Ron le había vencido.

-Sky no lo intentó verdaderamente -dijo McLaggen amenazadoramente- Ella le lanzó tiros fáciles.

-Tonterías,- dijo Harry fríamente, nadie se metía con su Sky- Casi pierde un tiro.

McLaggen avanzó un paso más hacia Harry, quien se mantuvo en su sitio esta vez.

-Denme otra oportunidad

-N..

-No -dijo Sky, quien había escuchado todo- Ya tuviste tu oportunidad. Paraste cuatro. Ron paró cinco. Ron es Guardián, lo ganó justa y limpiamente. Y si vuelves a dudar de mi juego tendremos serios problemas, yo soy capitana y tú no.

 Y si vuelves a dudar de mi juego tendremos serios problemas, yo soy capitana y tú no

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-Ahora. Desaparece de nuestro camino -dijo Harry tomando la mano de Sky, sentía su molestia.

Se marchó furioso, gruñendo lo que sonaron como amenazas al aire. Harry y Sky se volvieron para encontrar a su nuevo y radiante equipo.

-Bien hecho -susurró- Volaste realmente bien.

-¡Lo hicieron fantástico! Estoy ansiosa por jugar con ustedes.

-Lo hiciste brillantemente, ¡Ron!

Esta vez era realmente Hermione quien corría hacia ellos desde las gradas; Harry vio a Lavender saliendo del campo, agarrada del brazo con Parvati, con una expresión bastante malhumorada en su cara.

Ron parecía extremadamente complacido consigo mismo y aún más alto de lo usual mientras sonreía ampliamente al equipo y a Hermione.

Después de fijar la hora para su primera sesión de práctica para el siguiente jueves, Harry, Sky, Ron y Hermione se despidieron del resto del equipo y se dirigieron hacia la casa de Hagrid.

Un sol húmedo intentaba abrirse paso a través de las nubes, y por fin había dejado de lloviznar. Harry se sintió bastante hambriento, esperaba que hubiese algo para comer en la casa de Hagrid.

-Pensé que iba a fallar el cuarto tiro -estaba diciendo Ron felizmente- Sky, tú disparo engañoso, tenía un poco de efecto.

-Si, si, estuviste magnífico,- dijo Hermione entretenida.

-Fui mejor que ese McLaggen, de cualquier modo,- dijo Ron con un tono de gran satisfacción- ¿Lo vieron moviéndose pesadamente en la dirección equivocada en su quinto tiro? Parecía como si hubiese estado distraído…

-Si claro… Nada como un confundus bien hecho, ¿No Her? -susurró Sky con burla.

Para la sorpresa de Harry, a Hermione le apareció una profunda sombra rosa en la cara ante esas palabras, y escucho perfectamente las palabras de Sky, lo que sus amigos hacían…

SKY SWIFT Y EL PRÍNCIPE MESTIZO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora