Un nuevo año, Will murió dejando un vacío en la familia Swift. Sky perdió un papá pero ganó otro. Harry y ella ya están en una relación, pero...
¿Podrán atravesar juntos esta época oscura donde Voldemort está preparando su regreso?
¿Qué más van a t...
El gran Hipogrifo gris, Buckbeak, estaba atado delante de la cabaña de Hagrid. Chasqueó su afiladísimo pico mientras se acercaban y giró su enorme cabeza hacia ellos.
Oh Dios -dijo Hermione nerviosamente- Aún está un poco asustado, ¿verdad?
-Vamos, ustedes lo han montado, ¿no es así? -dijo Ron.
Sky dio un paso hacia adelante y se inclinó delante del Hipogrifo sin perder contacto visual ni parpadear. Después de unos pocos segundos, Buckbeak se hundió en una inclinación también.
-¿Cómo has estado, hermoso? -le preguntó Sky, acariciando su plumaje.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¡Hola!- dijo una voz fuerte.
Hagrid venía llegando, dando zancadas y cargando un saco de papas desde la parte trasera de su cabaña, traía puesto un gran delantal floreado. Su enorme sabueso jabalinero, Fang, estaba a sus talones. Fang dio un estruendoso ladrido y saltó hacia ellos.
-¡Aléjense de de él! Les arrancará los dedos ¡oh! Son ustedes.
Fang estaba saltando sobre Hermione, Sky y Ron, intentando lamer sus orejas.
Hagrid se quedó de pie y los miró a todos por unos segundos, después giró y dio grandes pasos hacia su cabaña, cerrando la puerta de un golpe tras él.
-¡Oh cielos! -dijo Hermione preocupada, Sky tambien asintió en acuerdo..
-No se preocupen por eso -dijo Harry severamente. Se dirigió a la puerta y la golpeó estruendosamente- ¡Hagrid! ¡Abre la puerta, queremos hablar contigo!
No se produjo sonido alguno desde adentro.
-Si no abres la puerta, ¡La volaremos! -dijo Harry sacando su varita.
-¡Harry! -dijo Hermione conmocionada- No pued…
-¡Claro que podemos! -dijo Sky poniéndose a un lado de Harry- ¡A las tres!
-Apártense -continuó por decir Harry.
Pero antes de que pudiesen decir nada más, la puerta se abrió otra vez como Harry sabía que ocurriría y allí estaba Hagrid, frunciéndole el ceño y a pesar del delantal floreado, parecía verdaderamente alarmado.
-¡Soy un profesor! -bramó a Harry y Sky- ¡Un profesor, Swift y Potter! ¿Cómo se atreven a tratar de echar abajo mi puerta?
-Lo siento, señor -dijo Harry, enfatizando la última palabra mientras guardaba su varita dentro de su túnica.
Hagrid lucía asombrado.
-¿Desde cuándo me llamas ‘señor’?
-¿Desde cuándo nos dices ‘Potter’ ‘Swift’?
-Oh, muy listo -gruñó Hagrid- Muy divertido. Te has burlado de mí, ¿No? Está bien, entren, pequeños desagradecidos…
Musitando con pesimismo, se apartó para dejarlos pasar.
-¿Y bien?- dijo Hagrid gruñonamente mientras Harry, Sky, Ron y Hermione se sentaban alrededor de la enorme mesa de madera y Fang ponía su cabeza sobre la rodilla de Harry babeándole la túnica- ¿Qué es esto? ¿Sintiendo lástima de mí? ¿Piensan que estoy solo o abandonado?
-No -dijeron Sky y Harry inmediatamente
-Queríamos verte -continuó Sky, con tristeza.
-¡Te extrañamos! -dijo Hermione trémulamente.
-Me extrañan, ¿no?- bufó Hagrid- Sí. Claro
Estuvo pisoteando por ahí, preparando té en su enorme tetera de cobre, refunfuñando todo el rato.
-Hagrid -dijo Hermione tímidamente- realmente queríamos seguir con Cuidado de Criaturas Mágicas, ¿sabes?
Hagrid dio otro gran bufido.
-¡De verdad! -dijo Sky con tristeza- ¡Pero ninguno de nosotros pudo meterlo en sus horarios!
-Sí. Claro,- dijo Hagrid otra vez.
Hubo un raro sonido de chapoteo y todos miraron alrededor: Ron saltó de su asiento y corrió alrededor de la mesa alejándose del gran barril que había en la esquina que acababan de mirar. Estaba lleno de lo que parecían ser gusanos de treinta centímetros de largo, babosos, blancos y retorcidos.
-¿Qué son, Hagrid? -preguntó Harry, tratando de sonar más interesado que asqueado.
-Solo larvas gigantes -dijo Hagrid.
-¿Y crecen dentro de…?- dijo Ron con aprensión.
-No crecerán dentro de nada -dijo Hagrid- Las tengo aquí solo para alimentar a Aragog.
Y sin avisar, estalló en lágrimas.
-¡Hagrid! -exclamó Sky, rápidamente se puso de pie con un salto, poniendo un brazo alrededor de sus temblorosos hombros- ¿Qué es lo que pasa?
-Es… él…- tragó Hagrid- Es… Aragog… creo que se está muriendo… se enfermó durante el verano y no mejora… yo no sé que haré si él… si él… hemos estado juntos por tanto tiempo…
Hermione tambie se habia parado y se puso al otro lado de él, dandole golpecitos en los hombros, sin saber qué decir.
-¿Hay algo que podamos hacer? -preguntó Sky.
-No lo creo, pequeña -se atragantó Hagrid, tratando de contener el flujo de sus lágrimas- Mira el resto de la colonia… la familia de Aragog… se están comportando de una manera extraña ahora que está enfermo… un poco impacientes…
-Sí, creo que conocemos un poco esa faceta -dijo Ron en un susurro, mirando a Sky, recordando su “aventura”.
-… No creo que sea seguro para nadie, menos para mí acercarse a la colonia en este momento -terminó Hagrid, sonándose fuertemente la nariz en su delantal y mirando hacia arriba- Pero gracias por el ofrecimiento, pequeña… significa mucho…
Después de eso, el ambiente mejoró considerablemente, Hagrid parecía dar por descontado que a ellos les hubiese gustado hacerlo y volvió a ser el mismo de antes una vez más.
-Ah, siempre supe que les sería difícil meterme en sus horarios,- dijo de forma brusca, sirviéndoles más té- Incluso aunque hubiesen solicitado algunos Giratiempos.
-No podríamos haberlo hecho -dijo Hermione- Destrozamos todas las existencias de Giratiempos del Ministerio cuando estuvimos allí en el verano. Salió en ‘El Profeta’
-¿Ah sí? -preguntó Sky sorprendida, no se acordaba de eso, Hermione asintió con la cabeza.
-Ah, entonces bien -dijo Hagrid- No había forma de que lo hubiesen hecho… lo siento, he estado, ya saben, he estado preocupado por Aragog… y me preguntaba si la profesora Grubby-Plank les había estado enseñando mejor
A lo que los cuatro indicaron categóricamente y falsamente que la Profesora GrubbyPlank, quien había sustituido a Hagrid unas pocas veces, era una profesora horrible, con el resultado de que para cuando Hagrid los estaba despidiendo agitando la mano en el atardecer, parecía bastante alegre.
-Me muero de hambre -dijo Harry, una vez que la puerta se había cerrado tras ellos y estaban atravesando los oscuros y desiertos terrenos- Y tengo ese castigo con Snape esta noche, no tengo mucho tiempo para la cena…
-Te guardaré algo Rayito, no te preocupes -dijo Sky tranquilamente, luego volteo con Ron- ¿Que crees que haya de cenar?
A Ron se le iluminó la cara y caminó junto a ella, hablando de lo que podrían cenar.