Fairy Tail: The Celestial Force

La caída de Fairy Tail

La maga mientras sujetaba a Natsu en el aire, lanzó un conjuro pero cuando estaba a punto de alcanzar a Natsu...

Gray!!! -gritó Lucy aterrorizada-

Gray se había levantado y se había interpuesto entre Ntasu y el ataque de la maga. Gray cayó al suelo totalmente abatido.

Natsu -susurró Gray antes de desmayarse-

Natsu y Lucy observaban a Gray aterrorizados y sorprendidos.
Es increíble como se recuperó y protegió a Natsu. Pensaba Lucy.

Maldito cabezota -dijo la maga y esta vez lanzó a Natsu por los aires sin ninguna piedad.

Lucy que seguía sentada, observaba todo. Con Natsu, Gray y Erza fuera de combate sería imposible ganar.
Entonces todos los que estaban dentro del gremio salieron.

Nosotros también somos Fairy Tail!! -gritaron-

Todos atacaron a la vez,pero no les sirvió de nada. Fueron cayendo de uno en uno: Kana, Macao, Levy, Mirajane... Todos. Y Lucy lo único que hacía era mirar, mirar cómo todos caían y ella no hacía nada.

Su maestro apareció. Lucy lo observaba.

Voy a acabar con vosotros!! Habéis herido a mis hijos y de esta no saldréis ilesos -dijo el maestro Makarov-

Entonces comenzó una increíble batalla, pero ocurrió algo terrible. La única maga que había se volvió invisible y nadie sabía donde estaba ni sus movimientos. Se colocó detrás del maestro e hizo que inhalara un extraño aroma que le dejó completamente dormido. La maga se hizo visible.

Y esto es Fairy Tail? -dijo la maga- vaya flojos

Lucy comenzó a llorar. No podía permitir que se fueran, no. Los demás no podían luchar y solo ella podía debido a que no hizo nada hasta ahora. Lucy temblaba pero se levantó. Estaba frustrada y enfadada por lo que hicieron a sus amigos.

Vosotros! -Lucy comenzó a acercarse a Tártaros- cómo os atrevéis a hacerle esto a mi gremio,no, a mi gremio no, a mi casa, a mi familia!!! -gritó Lucy-

En pie quedaban cinco magos de Tártaros y debían de ser los mas poderosos porque si después de todos los ataques seguían casi como si nada.
Sería una batalla de cinco contra uno. Pero Lucy todavía tenía recursos para igualar eso.