Advertencia: Este capítulo incluye contenido emocionalmente intenso, temas de manipulación, y situaciones incómodas para la protagonista.
Clara caminaba por los pasillos de la mansión, envuelta en su propia inquietud. El eco de sus pasos resonaba en las paredes frías y oscuras mientras sus pensamientos recorrían los días pasados, que se sucedían con una monotonía inquietante. Bonten tenía sus propios planes, y ella, como siempre, era solo una pieza en ese tablero de ajedrez peligroso. A pesar de ser una omega, de ser lo que todos ellos deseaban, el dolor y la incomodidad de la situación seguían agobiándola en cada momento.
De repente, la puerta de la oficina de Mikey se abrió, y Kakucho apareció en el umbral, su mirada seria como siempre, pero algo en su postura sugería que había algo importante que debía decir.
Clara levantó la vista al escuchar su voz, esa que le helaba la sangre con cada palabra que pronunciaba.
-Clara -dijo Kakucho con voz grave-. Tienes que prepararte para la reunión de hoy.
Clara frunció el ceño, confundida. ¿Una reunión? ¿De qué hablaba? Nunca le habían dicho nada al respecto.
-¿Reunión? -preguntó, sin poder evitar que su voz sonara ligeramente ansiosa, pero Kakucho no parecía impresionado.
-Los accionistas -explicó Kakucho, dando un paso dentro de la habitación.- Hay que asegurarse de que todos los negocios sigan su curso. Y tú... bien, tú estarás allí.
La forma en que lo dijo hizo que Clara se sintiera como un accesorio, como un elemento decorativo que debía ser mostrado para satisfacer los caprichos de los demás. La idea de estar allí, observando de lejos la toma de decisiones que dictaba el destino de muchas personas, la incomodaba. Pero, al mismo tiempo, la presión de no tener otra opción la hizo callar.
-Tienes que estar lista -añadió Kakucho, su tono más firme ahora-. Y lo que es más importante... debes verte bien. No puedes presentarte allí con cualquier cosa. No serás tomada en serio.
Clara se sintió aún más desconcertada. Lo que decía Kakucho tenía sentido, pero lo que no entendía era por qué la hacían participar en algo tan fuera de su alcance. La reunión de los accionistas no era su mundo, y aunque Mikey y los demás insistieran en que debía "estar allí", Clara no tenía idea de qué hacer, cómo comportarse, o cómo siquiera vestirse adecuadamente para esa situación.
Clara estaba de pie frente al espejo del baño, mirando su reflejo en silencio. La tensión de los días anteriores seguía pesándole sobre los hombros, y el día de hoy no parecía ser diferente. El reloj en la pared marcaba la hora en que la reunión de accionistas comenzaría, y, aunque su presencia no era más que una formalidad para los miembros de Bonten, su ausencia o cualquier error en su comportamiento podría ser fatal.
Sin embargo, Clara no tenía nada adecuado para la ocasión. La ropa que poseía era lo suficientemente simple como para no llamar la atención, y la mayoría de las prendas eran viejas, usadas y, en muchos casos, con el paso del tiempo, demasiado pequeñas para su cuerpo.
No podía evitar sentirse incómoda en su propia piel, especialmente sabiendo que sus ropas eran un recordatorio de su situación:
Atrapada en una mansión llena de hombres poderosos, con vidas que no eran suyas, bajo reglas que no entendía, sin la oportunidad de tener una vida normal.
Pero lo peor de todo no era la ropa.
Era que, en ese instante, no tenía ropa adecuada ni siquiera para los aspectos más básicos de la vida diaria. No tenía ropa para las reuniones, no tenía ropa para salir, y lo peor de todo, su higiene personal también había quedado en un segundo plano.
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❤︎෴𝚄𝙽𝙸𝙲𝙰෴❤︎═══𝗬𝗔𝗡𝗗𝗘𝗥𝗘♕︎B𝙤nt𝙚n (o𝕞𝕖𝕘𝕒𝕧𝕖𝕣𝕤𝕖)
FanfictionEn un mundo donde los omegas casi han desaparecido, Clara es un milagro. O una maldición. Cuando Bonten la encuentra, la convierten en su posesión más valiosa. Mikey, Sanzu y los demás caen en una obsesión enfermiza, dispuestos a todo para retenerla...
