Mi verdadero "yo" (parte 1)

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NOTA: El siguiente relato es el último que tengo de aquella época de mi vida. Es posible que escribiera más, sobre todo en aquellas clases de literatura, pero no los conservo.

De este último relato escribí dos versiones con idéntica trama e idéntico final, y puesto que habéis sido capaces de llegar hasta aquí, me gustaría pediros un favor. Me gustaría que me dijérais cuál de los dos os gusta más. Os pondré primero una versión y luego la otra para que comparéis.

Aprovecho la ocasión para daros las gracias por haber leído esta pequeña obra y haberme acompañado a través de tantos recuerdos de mi adolescencia. Espero que os haya gustado y no os haya resultado demasiado cursi, aunque en algunos momentos realmente lo haya sido.

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Una corriente de aire pasó por la casa a toda velocidad mientras el reloj del salón marcaba las dos. Oí unos pasos. Más tarde unos crujidos en las escaleras. Sentí cómo un escalofrío recorría mi cuerpo y de repente noté una mano fría en mi hombro. Me giré lentamente y observé cómo una sombra se deslizaba por la pared.

Toda mi vida había estado motivada por una única aspiración, un único deseo: encontrar el verdadero sentido de la vida. Al ver la sombra grité tan fuertemente que tuve la sensación de que mi voz se desgarraba en las paredes. Nadie acudió en mi ayuda. Estaba sola y completamente asustada sin saber qué hacer.

Las puertas y ventanas estaban cerradas. Sentí miedo. Eché una mirada a mi alrededor y descubrí un viejo libro polvoriento encima de una mesa. Creía conocer la casa, pero lo cierto es que nunca había estado allí. Estaba atemorizada. Sentí una extraña sensación, pero tenía que ser fuerte, el miedo se alimenta con el miedo.

Al abrir el libro comprobé que la caligrafía coincidía con la mía. Empecé a leerlo, pero el cansancio se apoderó de mí y caí rendida sobre la mesa. Tuve un extraño sueño: tenía que liberar la sombra de una joven muchacha que había quedado atrapada en un armario. 

Me desperté angustiada, cuando la inspiración vino a mí: yo era la joven atrapada en ese lugar. El armario simbolizaba mi cuerpo y la sombra mi alma, reflejo de mi vida, llena de angustias, desengaños, soledad, dolor, en una palabra: oscuridad

Recorrí la casa y sólo encontré un viejo armario. Intenté abrirlo, pero sin éxito. Agaché la mirada y vi junto a mí un objeto. Llena de ira lo arrojé contra la ventana. Una espesa y a la vez clara luz se filtró a través del cristal quedando reflejada en el armario. La puerta de éste se abrió lentamente dejando salir la sombra.

Al moverme descubrí que la sombra se movía conmigo. Me encaminé a la puerta principal movida por una extraña fuerza que me empujaba, teniendo la suerte de encontrarla abierta. Me dirigí hacia el exterior pudiendo comprobar que las marchitas y secas flores habían renacido y con ellas mi vida.

Aquella noche descubrí que nunca debes rendirte, porque todo tiene una solución, y que con voluntad todo se puede conseguir.

Relatos de adolescente (#Wattys2015)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora