El Refugio de las Almas Olvidadas. (Heroes Of Olympus)

I. - Nico

Nico estaba dispuesto a salir victorioso. Costase lo que costase.

Corría por el bosque, saltando troncos y esquivando ramas, moviéndose ágilmente y en silencio, justo como una sombra. Esquivaba a los equipos rivales sin esfuerzo, escondiéndose tras los árboles y pasando tras ellos sin que se dieran cuenta. Tras unos minutos de carrera, llegó al lugar indicado y se escondió detrás de un árbol a esperar la señal de los hijos de Apolo, mientras la cabaña de Ares se enfrentaba cuerpo a cuerpo contra el equipo contrario.

El hijo de Hades buscó la mirada de su capitán, Will Solace, interrogante, esperando una seña, un signo, una pista, ¡lo que fuera! Pero en vez de eso, lo único que obtuvo fue una negación y un esbozo de "¡Espera!" con los labios. Miró a su alrededor, impaciente. Aunque los hijos de Atenea aún no habían dado la señal, en ese momento tenía vía libre hasta la bandera. Casi podía verla desde allí, y los hijos de Hefesto estaban demasiado ocupados como para impedirle el paso.

Apretó los puños, preparado para arriesgarse, y volvió a mirar a Will, haciendo un gesto para darle a entender que estaba dispuesto a coger la bandera. El chico abrió los ojos como platos y negó enérgicamente con la cabeza "¡Ni se te ocurra!" Bosquejó él, nuevamente con la boca.

Nico entrecerró los ojos y una imperceptible sonrisa se dibujó en sus labios. Se encogió de hombros (lo que provocó que la expresión de ira del capitán aumentase notablemente) y miró a su alrededor, asegurándose de que nadie lo seguía antes de internarse de nuevo entre los árboles.

Corrió sigilosamente hasta quedar a pocos metros de la bandera, situada entre dos rocas sobre un pequeño montículo de tierra. Volvió a mirar alrededor. Nadie a la derecha. Nadie a la izquierda. Percy y Jason a sus espaldas. ¡Y la bandera a solo cinco metros! Espera... ¿¡Percy y Jason!?

Se dio la vuelta bruscamente, desenvainando su espada justo cuando los dos mestizos saltaban sobre él. Intentó esquivarlos, pero lo tenían acorralado contra una roca. Estaba atrapado.

- Vaya, vaya, Di Angelo... - Murmuró Jason con una sonrisa traviesa.

- ¿Tú por aquí? - Continuó Percy.

- Sí, estaba dando un agradable paseo con la armadura puesta y he pensado: "¡Oye! ¿Y por qué no coger la bandera? Me viene de paso a la cabaña de Hades." - Contestó irónicamente, con voz ronca.

Nico apretó los labios, clavando las uñas y arañando la piedra tras él. Dirigió un rápido vistazo a su espada de hierro estigio, que había caído al suelo estrepitosamente, y aunque lo intentara, no alcanzaría a cogerla.

- Ajá. Pues siento decirte que NO vas a cogerla. - Añadió el hijo de Júpiter.

- ¡Tendrás que pasar por encima de nuestros cadáveres para hacerlo! - Exclamó Percy en tono teatral.

Nico arqueó la cejas y ladeó la cabeza.

- ¿Realmente eres tan osado como para decirle eso a un hijo de Hades, Jackson?

- Llamarme osado se queda corto. - Respondió él, esbozando una sonrisa burlona.

Un plan empezó a tomar forma en la mente de Nico. Era arriesgado, dado que acababa de salir de la enfermería, pero las peligrosas eran justo sus ideas favoritas.

- Mh, ¿entonces estáis seguros de que me tenéis atrapado? - Susurró el moreno en un tono escalofriante.

Jason frunció el entrecejo.

- ¿Qué...?

Ni siquiera tuvo tiempo para terminar la frase. En un abrir y cerrar de ojos Nico había desaparecido, dejando nada más que una oscura y densa nube negra.