Lipsia (Leipzig), Alemania
1915
Ya hace un año que estalló la guerra entre Alemania, Austria-Hungría y los turcos contra la Triple Entente. Una guerra que se percibe larga y tediosa, que quita de sus puestos mas relevantes a muchos hombres que salen a defender la causa por su patria alemana. Mas esto entorpece los estudios científicos y ahoga a la enseñanza de cualquier tipo.
Finalicé mis estudios de Medicina en 1911 donde me centré en la Fisiología prontamente. Además, en los últimos años cursé en paralelo la carrera de Química y algunos estudios de ciencias económicas mas el estallido de la guerra ha evitado que pudiera conseguir la titulación en ninguna de ambas materias.
Y aunque nunca dejé atrás mi faceta cultural y social, cultivándola en teatros y bares en los que los estudiantes se reúnen para charlar y pretender a algunas mozas de buen ver, he hecho del Laboratorio de Fisiología mi segundo hogar, acudiendo a él desde las nueve de la mañana a las siete de la tarde, gracias a lo cual conseguí el grado de Medicina en 1912, tras presentar una tesis sobre la elevación de la glucosa en sangre al estimular los centros nerviosos del cráneo.
Esto me llevo a ser asistente de los profesores en este laboratorio y tras la marcha de estas personas a la guerra, tuve que tomar las riendas de unas clases cada vez mas diezmada por culpa del reclutamiento de jóvenes para la guerra contra los Aliados.
Durante las visitas de distintos compatriotas científicos y universitarios varios, he tomado contacto con la ideología socialista, en la que creo se encuentran los ideales de la humanidad, la teoría que mejor los comprende y ejercita y la solución a los mayores problemas sociales, incluso los mas enrevesados.
El vivir en un país extranjero ha potenciado en mi una faceta extraña en nuestro país como es la poliglotía, es decir, el dominio de varias lenguas. En mi caso y debido a mi propia situación aparte del castellano materno, con mi evidente acento canario, debo sumar la lengua vehicular de estos años, el alemán, y añadir el francés, el inglés, el italiano y unos pequeños conocimientos de ruso, aportados por mi esposa Maria Mijailov, con la que contraje matrimonio en esta ciudad en el año 1914.
Maria Mijailov, es una mujer de mi misma edad, estudiante de música en la universidad sita en esta ciudad, de origen judío, nacida en la ciudad rusa de Yekaterinoslav, a la que conocí en un concierto de música clásica a los que soy asiduo. Esta mujer me da seguridad para intentar crear un hogar estable, en el que tener hijos y visión de futuro.
Mas la guerra me está acarreando mas problemas de los que me agradaría acaparar. La situación económica no es demasiado boyante y los problemas en el laboratorio comienzan a ser demasiado frecuentes por la falta de materiales suficientes o por falta de profesores a los que debo sustituir por razones bélicas.
Por estas razones cada vez creo mas acertada mi decisión de trasladarnos, aunque fuera temporalmente a España, mas en concreto a Las Palmas para continuar allí mi carrera científica e investigadora sin las restricciones ni la crudeza de una guerra en la que he de alimentar a un hijo y a un nuevo ser que saldrá del vientre de su madre en diciembre, si no hay complicaciones en el parto.
Aprovecho esta situación de guerra para aumentar mi biblioteca personal, ya que alimenta mi bibliofilia y, en caso de necesidad, puede significar un buen aporte económico con su venta.
Espero que este traslado me ofrezca la posibilidad de hacer las Américas en caso de que la guerra se prolongue y me impida volver a Alemania.
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Resistir es vencer [PARADA POR AHORA]
Historical FictionDescubre un personaje imprescindible en la historia española, Presidente del Gobierno de la 2a Republica Española durante gran parte de la guerra civil (1937-1939) A traves de las narraciones en primera persona de este personaje, llamado Juan Negrin...