la chica ruda

Diferentes.

Los rayos del sol me despertaron muy temprano, por un segundo me pregunte donde estaba, recordé lo del día anterior, después que mi hermano se fuera de mi habitación o más bien lo echara de ella, y me sintiera como una estúpida por la culpa, había entrado al baño y me había dado una ducha,
Después de eso me había quedado dormida de inmediato.

Me levante, me di un baño y fui directo a la cocina, mi estómago me lo pedía a gritos.
Cuando llegue solo estaba María.

- buenos días. dormiste bien?

- si.

- que quieres desayunar?

- cualquier cosa esta bien por mí.

- bien.

- y Harry ?

- el se fue a la academia.

- mmm...

- dentro de poco tú también iras.debes aprender utilizar tu magia con sabiduría.

- usted... sabe... ¿Como ?.

- tu hermano no me guarda secretos, Además lo supe desde que entraste por la puerta.

Debo admitir que eso me tomó por sorpresa, yo también había sentido un cosquilleo en el cuello cuando la vi por primera ves, pero pensé que era por los nervios del momento.
Ella pudo notar mi asombro por que después añadió.

- Entre brujas nos reconocemos.

OK. había escuchado bien.

Se me había olvidado decirles que soy una brujas.Si, me di cuenta cuando tenia diez años, estaba en el parque jugando con Harry, cuando escuche a lo lejos unos niños que también estaban jugando, decían algo sobre un animal, Nos acercamos por curiosidad y pude ver que era una pequeña ave, tenia un ala lastimada, la recogí con cuidado, siempre me han gustado los animales y la naturaleza, tal vez por eso sentí la necesidad de parar su dolor, después de ese momento el ave salió volando de mis manos. Y me di cuenta que era una niña diferente.

- tienes que ser fuerte, habrán personas que harán lo posible por hacerte sentir menos.

- ¿Por qué lo dice?

- por que se como son las personas,mi niña.

Había terminado de hacerme el desayuno y se sentó a mi lado.

Bueno eso ya lo tenia más que claro, sabia que las personas podían ser crueles y odiosas.
Pero también qué me lo decía por motivo.

El día paso rápido María me había contado como fue que descubrió que era una bruja, la pasamos toda la tarde hablando ese tema, cuando llegó mi hermano, me dijo qué tendría que ir a la academia con él.

-se que Rud te enseñó muchas cosas, pero es mi deber llevarte a la academia para qué sepas como utilizar bien tu magia.

Mi hermano era un hechicero,había estado en la academia por un largo tiempo, y debía admitir que era mucho mejor qué yo al momento de utilizar la magia.

Debía decir que no le puse resistencia, pero no me gustaba mucho esa idea.por que no es que fuera la mejor estudiante, además tampoco era muy paciente con mis compañeros.

No era mi culpa que todos fueran tan ...
como lo digo para que no suene tan mal. ¡Zopencos! Eso.

- Ash...?

- mmm...

- te pregunte que si habías entendido lo que te dije.

- mmm si.

¿Qué me había dicho? Carajo. Tengo que dejar de ser tan distraída.

- bien, entonces te aconsejo que pongas tu despertador a las seis.

¿Que ?.Mañana empezaría mi tortura...

***

Como odio ese maldito sonido. Me levante solo un poco para apagar el despertador y volví a mi cómoda cama, pero no duro mucho,por que después apareció mi hermano para decirme que me levantará, pero no le hice caso, pasaron unos minutos y después volvió y con sólo mover su dedo me quitó la cobija y la pego al techo, lo odio.

El frío me obligó a levantarme, intente varias veces despegar la cobija del techo, pero al parecer mi hermano había utilizado un hechizo desconocido para mi. Después me la pasé odiando profundamente al creador del maldito despertador, a quien se le ocurre crear un aparato que solo hace que te levantes con un humor del demonio.

Después de un largo rato en el baño, salí y me vestí con lo primero que encontré, qué consistía en una blusa color negro que era cómoda, un pantalón ajustado,mi chaqueta color negro que me encantaba y unas botas.

Baje las escaleras muy lento, no quería ir a la academia, mi hermano ya me estaba esperando en la cocina, después de desayunar, salimos, pensé que nos Iba a llevar el chófer, Pero mi hermano me dijo que tenía su auto en el garaje,
era un convertible rojo.

- no esta mal, pero a mi me gustan los autos clásicos.

- bueno, pues a mi me gustan los modernos.

Nos subimos al auto, manejó más de veinte minutos,Harry me explicó que la academia quedaba a las afueras de la ciudad para más seguridad, cuando estábamos llegando, habían dos caminos, mi hermano escogió el de la derecha, pero la carretera acababa unos kilómetros adelante,según lo que me explicó Harry, solo era una ilusión, por que antes que  acabará la carretera, traspasamos una clase de barrera invisible y
lo único qué veía era una escuela nada de especial, eso era lo que se podía divisar a lo lejos por las rejas qué está tenia a sus alrededores.

- la verdadera magia es cuando pasa esas rejas.

Me había dicho Harry.