la chica ruda

el sueño.

Estaba sentada en el suelo, llevaba un vestido blanco que me llegaba más allá de las rodillas y tenía pequeñas flores por todo éste. Levante la mirada cuando escuche mi nombre venir desde... ¿abajó? Me levante y fije mi vista al lugar donde me encontraba este era como una pequeña casa de madera como el suelo, algo gastada y había una pequeña ventana en donde me asome y pude ver que era una casita encima de un árbol. Estaba en la parte de atrás de una casa de dos pisos, Se parecía algo a mi casa solo que esta era un poco más pequeña. Giré cuando volví a escuchar mi nombre por lo que era la entrada a la entrada de esta, me arrodille para poder ver quien me llamaba desde abajo y pude ver una cabellera negra de un pequeño niño. Este me miró con una sonrisa en su rostro.

- Ven, han preparado galletas. - antes de salir corriendo en dirección a la casa.

- ¡Espera!- dije mientras bajaba rápido las escaleras que eran palos pegados al tronco del gran árbol. Cuando baje salí corriendo, y mire al niño que me esperaba a unos metros de la casa.

- ¡¿son de chocolate?!-Dije mientras me acercaba a él. Asintió y me dio otra gran sonrisa, sus ojos eran cafés igual que los míos y su cabello un poco más negro de lo que pude ver minutos antes.
Corrimos hacia el interior de la casa y nos encontramos con un niño un poco más alto que nosotros y tenía una galleta en su boca. Cuando nos vio nos pasó una de la mesa que era bastante alta para nosotros. Aun siendo el más alto tuvo que ponerse de puntitas para alcanzar las galletas. Éste tenía el cabello castaño, de repente miré a una chica que apareció en la puerta con una sonrisa, tenía el cabello rubio y sus ojos color miel, se acercó a nosotros su olor era muy familiar como a vainilla...

-¿Quieren leche?- Dijo agachándose, asentimos al mismo tiempo, tendió su mano y la seguimos a la cocina, mientras nos sentábamos ella puso los vasos con leche en la mesa. Se sentó al frente de nosotros y cogió una mano de cada uno y las unió.

-Ustedes son nuestra esperanza, júrenme que jamás se entregaran a la oscuridad sin haber luchado antes.

-Lo juramos.- dijimos al mismo tiempo- ¿Con el corazón? - Dijo señalando su pecho. -Con el corazón...

***

Me desperté con un dolor de cabeza y algo confundida por el sueño, pero cuando mire a mi alrededor no estaba en mi cuarto sino en una habitación blanca, era de día porque veía como los rayos del sol se filtraban por la ventana ¿qué lugar es este?...

Mire que alguien abrió la puerta, levante un poco la cabeza pero cuando lo hice el dolor de cabeza fue más fuerte por lo que hice un gesto de dolor y volví a mi posición anterior y cerré los ojos.

-¿Cómo estás?- Volví a abrir los ojos y a mi lado estaba sentado Harry con su rostro sereno.

- Me duele la cabeza ¿Qué paso?- dije mientras me tocaba la frente.

-te desmayaste. Nos diste un gran susto.

Escuche que la puerta se abrió y entro la enfermera, aún estaba en la academia porque la había visto antes en el pasillo cuando una chica estaba enferma y ella iba a su lado. Su cabello era negro y lo tenía cogido en una coleta, me miro con una media sonrisa.

- Vaya ya despertaste.- Y se acercó con una pequeña linterna y me la puso en cada ojo.

- No veo nada malo- Hablo mientras me tomaba el pulso y miraba su reloj.

- Dice que le duele la cabeza. -Dijo Harry.

La enfermera me miró - entonces te daré unas pastillas, te las vas a tomar cada tres horas.

- ¿Por qué me desmayé?

- Como ya le dije a tu hermano seguramente es por estrés o por no desayunar esta mañana.