CAPÍTULO 7

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Acababa de entrar por la puerta de mi casa, mi madre fué la primera en darse cuenta:
-David, ¿eres tú?-dijo con un tono un poco desagradable, se nota que aún no se le había pasado el enfado de la discusión que habíamos tenido por la mañana, ni los que habíamos presenciado la semana anterior.
Al detectar esa ingenua e intencionada pregunta respondí sin pensar:
-No, señora, soy un landrón que viene a robar a su casa-tras decirlo me sentí mejor, pero lo pensé dos veces y al rato me arrepentí.
-¡Ya estoy harta David!, estas castigado sin salir toda la semana y ahora vete a tu cuarto a reflexionar-respondió muy tajante.
La miré con mucho odio, fuí a mi habitación y cerré la puerta de un portazo. Me tumbé en la cama cansado ya de pasar tantos días a gritos; me ponía en el lugar de mi madre, que estaba muy agobiada con el trabajo, y se corrían rumores de que probablemente la echarían, más de una vez la había oído llorar en su cuarto, pero pienso que esa no era forma de tratarme.
Recorrí mi habitación con la mirada, la conocía de sobra pero, boca arriba en la cama, era lo que me apetecía hacer. Tenía una estantería repleta de libros, entre ellos la saga de "Los juegos del hambre", "Divergente" y "El corredor del laberinto", mis favoritos; había figuritas un poco espeluznantes de mi abuela, pero me había acostumbrado a dormir con ellas por la noche y no me las quería quitar de mi habitación porque me recordaban a su dueña fallecida hace 2 años, la quería un montón; miré hacia mi ordenador, no muy nuevo, pero de alta calidad, y a los juegos para la play que tenía en un pequeño estante al lado, me alcanzaba la vista para leer más o menos el título de cada uno. Tras un instante me levanté de la cama y cogí el minecraft, me disponía a ir al salón para meter el juego en la consola y empezar a jugar a ese mundo cuadrado, pero me acordé de que estaba castigado, y recordé que Ruyi y Mery me habían dicho que se podía descargar desde internet para el ordenador, además de convencerme para comprarme el juego, me lo recomendaron ya hace tiempo y eran unos viciados a ese juego.
Encendí el ordenador y abrí youtube, busque un video cualquiera de la última versión de minecraft, debajo ponía un enlace de la página donde te lo podías descargar, mis amigos me habían explicado que era dificil de descargarlo, pero tras tenerlo, me explicaron esta forma sencilla y rápida para tenerlo en el ordenador.
Me creé una cuenta, seleccioné el modo creativo, mi favorito, y empecé a jugar.
Primero cogí una espada de diamantes, muy eficaz y empecé a destrozar el terreno que tenía a mi alrededor desatando la ira que me había causado la mala actitud de mi madre, era sencillo ya que los bloques que rompía eran de tierra. Era una forma un poco friki de tranquilizarme, pero me ayudó. Tras esto empecé a construir el castillo que llevaba tiempo queriendo tener en minecraft, sabía que para crearlo tendría que invertir bastante tiempo, pero me daba igual, era algo que me hacía mucha ilusión. Y hasta tarde estuve esforzandome lo suficiente para crear la estructura de lo que sería un castillo muy logrado.

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