CAPÍTULO 5

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Ruyi fué el que habló rompiendo el momento incómodo e interrumpiendo la idea para el guión que le estaba diciendo Jorge, se notaba que no podía aguantar más:
-A ver chicos, ¿qué nos pasa? ¿Por qué estamos así? Estoy seguro que no soy el único que está pensando en esto.
-Yo también noto lo mismo- prosigue Jorge- solo estamos dando ideas para el guión Ruyi y yo, se supone que esto es algo que hacemos entre todos, como recuerdo de nuestro grupo.
-Es verdad, lo siento, me he ensimismado mucho en mis cosas y no me he dado mucha cuenta de la realidad, como nadie tampoco decía nada... -ahora era yo quien hablaba.
Popu me miró y también se disculpó:
-Yo también lo siento, como dice Mery, también pensaba solo en mis asuntos, a partir de ahora doy más ideas.- le miraba en ese momento sonriendo.
Todos esperábamos la respuesta de Alodia, que no llegaba; levantó la vista del móvil y nos miró con la vista cansada y sin expresión, volvió la mirada a su iphone y con una voz tembloros y suave dijo:
-Lo siento chicos, me tengo que ir.
Se levantó y se dirigía a paso firme hacia la puerta, todos nos mirábamos extrañados, nos levantamos y corrimos detrás de ella hasta alcanzarla. Cuando esto sucedió, Jorge y yo la abrazamos muy fuerte y la consolamos entre todos. Sin embargo no nos quería decir lo que le pasaba, insistía en que se quería ir a casa. Tras varios abrazos, besos y consuelos, la dejamos ir. Se fué con los brazos cruzados y con la misma expresión entristecida con la que había venido.
Todos nos volvimos a sentar en nuestros sitios serios, sin decir nada, y Jorge fué quien dijo:
-¿Alguien sabe qué le pasa? Mery, tú eres quien más habla con ella, ¿sabes algo?
-No-dije con voz firme y seca.-espero que no sea algo muy malo. No he hablado ultimamente mucho con ella.
-Yo tampoco-dice Jorge mirando a su móvil.
-Yo creo que a lo mejor le ha pasado algo en su casa con sus padres o algo así-opina Popu sin darle mucha importancia.
-Bueno, ya hablaremos con ella, sigamos con el guión, seguro que se le pasará-responde Ruyi y coge el ipad escribiendo una idea que le había suegido.
Todo lo que quedaba de tarde lo invertimos en hacer el guión, ahora todos opinábamos, reíamos y mientras, nos estaba surgiendo una película emocionante.
Se aproximaban las 9:00, mis amigos empezaban a pensar en marcharse, rápidamente se me ocurre un plan para ese fin de semana:
-Me apetece salir de fiesta este Sábado, ¿quereís que vayamos a la Bambam?
-A mi también me apetece salir de fiesta, me apunto-dice Ruyi.
Mientras Popu le pregunta a su madre si puede ir, Jorge ya ha encontrado la página web de la discoteca para mirar horas.
-Yo también puedo ir- responde Popu dejando su móvil en la mesa.
-Mirad, estos son los horarios- señala Jorge en la pantalla del ordenador-podríamos ir a partir de las 10:00.
-Vale, ¿mañana también quedamos para hacer el guión?
Todos asienten con la cabeza, la única que no asiente es Alodia, que se marchó de mi casa al comienzo de la tarde sin dar apenas explicaciones. Y es que a veces no hace falta hablar para expresar lo que sientes, una mirada vale más que mil palabras.

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