El viajero del alba (Peter y tu)

Capítulo 1

El comienzo del final

Habían pasado dos años desde nuestro viaje a Narnia, dos años desde que estoy en Francia, dos años desde que no veo a los Pevensie, dos años desde que rompí con Peter.

Le echó muchísimo de menos, no sé si quiera porque lo hice. Tal vez fue la tristeza de no verle más, o el miedo de que se enamorara de otra. Lo que sí sé es que lo amo, lo amo mucho más desde la última vez que lo vi. No hubo un solo día que no pensara en él, cada cosa que veía me recordaba a él.

La guerra ya había terminado, todos vivíamos en paz, no juntos, pero en paz.

Susan me enviaba cartas desde América, me contaba como lo iban los estudios y cuantas personas había conocido, también me contaba sobre Peter, se ve que él está igual o peor que yo.

Lucy y Edmund eran con los que más hablaba, cada semana me enviaban una carta para contarme con les fue y lo insoportable que era su primo Eustace. Yo creo que ese niño solo necesita un poco de atención, alguien que le escuche y le haga caso.

Ahora mismo me encontraba saliendo del supermercado de camino a mi casa. Francia es un lugar muy bonito, sobre todo París, que es donde me encuentro, he conocido a mucha gente y todos son muy amables conmigo.

Cuando llegué a mi casa dejé las bolsas en la cocina y vi que mi madre no estaba, imagino que estará trabajando, subí a mi habitación y me puse a escuchar música.

Al cabo de un rato me aburrí y me fijé en que había un cuadro muy bonito en mi habitación, tenia un barco que parecía narniano. De repente el agua del cuadro de empezó a mover y a salir del cuadro. Me asusté muchísimo porque me quedé sumergida, pero luego salí a la superficie y vi el barco que antes estaba en el cuadro, de él saltó un marinero y me ayudó a salir del barco.

Cuando llegué a cubierta me sorprendí muchísimo, puesto que estaba viendo a Caspian delante mía.

- ¡___! - exclamó él abrazándome.

- ¡Caspian! - dije devolviéndole el abrazo.

- ¿Qué haces aquí? - me preguntó.

- ¿No te alegras de verme? - dijo fingiendo estar molesta.

- No, no es eso, pero me sorprende verte aquí - dijo con una sonrisa.

- Pues ni yo sé que hago aquí, estaba en mi habitación mirando un cuadro y de repente me encontré aquí - le respondí a su anterior pregunta.

- Bueno, lo importante es que estás aquí. Y ahora ven, te enseñaré tu habitación y te daré ropa limpia - me dijo mientras me enseñaba todo el barco.

En Inglaterra

En un edificio donde reclutaban a chicos mayores de edad para el ejercito, estaba Edmund.

- ¿Seguro que tienes 18? - le preguntó el hombre que estaba en la mesa.

- Sí, ¿parezco más mayor? - le preguntó Edmund.

El hombre estiró su mano y Ed le puso el carné de identidad.

- ¿Alberta Scrubb? - le preguntó el hombre.

- Es un error ortográfico, debían escribir Albert. A Scrubb - le respondió Edmund.

- ¡Edmund! ¿No ibas a ayudarme con la compra? - le preguntó Lucy apareciendo por la puerta.

- Más suerte la próxima vez niño - le dijo un hombre de la fila.

- ¿Niño? Si era apena 2 años mayor que yo, soy un rey, he peleado en batallas y dirigido tropas - dijo Edmund a Lucy mientras la ayudaba con las bolsas de la compra.