Todos quieren volver a Narnia, todos menos Susan, que ya está acostumbrada a su vida en América. Ella y Peter están en América, Edmund y Lucy están con sus tíos y su primo Eustace, y ___ está en Francia en un viaje de negocios con su madre.
Peter y...
- ¿Cómo fue cuando Aslan te volvió a transformar? – le pregunté a Eustace.
Los Pevensie, Caspian, Eustace, Reep y yo estábamos a bordo de un bote rumbo al país de Aslan.
- Por mucho que lo intentara, yo no podía hacerlo. Entonces se acercó a mí y dolió pero, fue un dolor agradable, como cuando te quitas una espina del pie. Ser dragón no ha estado mal. He sido mejor dragón que persona. Siento haber sido un incordio – explicó sonriéndonos.
- Tranquilo Eustace, has sido un estupendo dragón – le dijo Ed provocando que sonriéramos.
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- Amigos, hemos llegado – nos informó Reep.
Era increíble, era una pequeña porción de arena pero al otro lado de donde llegamos había una ola que nunca se acababa.
Al llegar a tierra desembarcamos y avanzamos hasta esa ola. Un poco antes de llegar Eustace llamó nuestra atención.
- Aslan – dijo y todos nos giramos a donde él miraba.
- Bienvenidos niños. Lo habéis hecho bien, realmente bien. Habéis llegado lejos y vuestro viaje ha llegado a su fin – nos elogió el león.
- ¿Este es tu país? – le preguntó Lucy.
- No. Mi país está más allá – nos informó señalando la gran ola.
- ¿Está mi padre en tu país? – le interrogó Caspian.
- Eso solo puedes averiguarlo tú, hijo – le respondió el león – Pero has de saber que si continuas, no hay vuelta atrás.
Caspian se acercó hacia la ola, pude ver miedo en los ojos de Susan, así que le cogí la mano dándole consuelo. El rey metió la mano en la agua pero después la sacó, se dio la vuelta y dijo:
-. Mi padre no se sentiría orgulloso si abandonara todo por lo que él dio la vida. Llevo mucho tiempo anhelando lo que se me arrebató y no lo que se me dio. S me dio un reino, un pueblo – se acercó a Aslan – Prometo ser un rey mejor.
- Ya lo eres – le contestó el león – Niños.
- Creo que ha llegado la hora de volver a casa – dijo Peter.
- Pero tú amas este lugar – le dijo Lucy a mi novio.
- Así es, y amo mi hogar, y amo nuestra familia. Nos necesitan – declaró Pet.
Reep llamó nuestra atención y se acercó a Aslan.
-. Desde que tengo uso de razón he soñado con ver vuestro país. He vivido grandes aventuras en este mundo pero nada ha desvanecido ese anhelo – En estos momentos a Lucy y a mí ya se nos llenaban los ojos de lágrimas - Sé que no soy digno de ello pero, con vuestro permiso depondría mi espada por la dicha de poder ver vuestro país con mis propios ojos.
- Mi país se ha hecho para corazones nobles como el tuyo, no importa lo pequeño que sea su dueño – le respondió Aslan.
- Majestad – dijo Reep haciendo una reverencia.
- Nadie se lo merece más – declaró Caspian.
- Es cierto – dijo Ed despidiéndose con una reverencia, al igual que Peter.
Lucy, Susan y yo nos acercamos al pequeño ratón y le abrazamos, iba a ser la última vez que lo viéramos. Ahora era el turno de Eustace, quien se acercó a Reep y se agachó a su altura.
-. No llores – le dijo el ratón.
- No lo entiendo. No volveré a verte, ¿jamás? – preguntó el niño llorando.
- Eres para mí un magnífico enigma y todo un héroe. Ha sido todo un honor luchar al lado de un guerrero tan valiente y un gran amigo – le contestó haciendo una reverencia.
El ratón se despidió y fue corriendo hacia un mini bote que estaba esperando por él. Se montó y empezó a remar, desapareciendo de nuestras vistas hacia el otro lado de la ola.
-. No vamos a volver jamás, ¿verdad? – le pregunté llorando a Aslan.
- No. Habéis crecido querida ___ - me respondió acercándose.
- ¿Vendrás a vernos a nuestro mucho? – le interrogó Lucy.
- Os estaré observando, siempre – le contestó.
- ¿Cómo? – esta vez la pregunta fue de Susan.
- En vuestro mundo tengo otro nombre. Deberéis aprender a conocerme por él. Ese fue el motivo por el que vinisteis a Narnia. Después de conocerme un poco aquí, me conoceréis mejor allí – alegó el león.
- ¿Volveremos a vernos? – interpeló Lucy.
- Si querida, algún día – respondió para luego rugir haciendo que en el agua se formara un portal.
- Sois para mí como una familia. Eso te incluye a ti Eustace – nos dijo Caspian.
Primero abrazó a Peter y a Edmund y luego nos abrazó a nosotras. Luego tocó despedirse de Aslan, los chicos con una reverencia y nosotras con un gran abrazo. Por último nos despedimos entre nosotros.
-. Prométeme que me seguirás enviando cartas – me dijo Lucy mientras me abrazaba.
- Lo prometo Lucy.
- Y que volverás pronto a casa con nosotros – me habló ahora Susan.
- Nos veremos dentro de tres meses – prometí.
Me despedí de Edmund y de Eustace y fui corriendo a abrazar a mi rubio favorito.
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-. Te escribiré siempre que pueda – le dije.
- Eso espero, si no me veré obligado a romper contigo – bromeó.
