Las horribles pesadillas
POV Narrador
En el camarote de la chicas Susan y Gael dormían plácidamente, mientras Lucy estaba despierta mirando al techo pensando en todo y a la vez en nada.
De repente se le ocurrió algo, comprobó que su hermana y Gael estaban dormidas, sacó la hoja que llevaba escondida en el camisón y procedió a leer en voz baja:
"Transforma mi reflejo,
vuélvelo perfecto,
pestañas, labios y cabello,
hazme como ella
a quien considero muchísimo más bella"
La pequeña de los Pevensie se levantó y miró el espejo de cuerpo entero que había frente a la cama donde dormía. Se acercaba lentamente hacia él y a medida que se acercaba veía en el reflejo que su ropa, su cabello y su rostro iban cambiando hasta que ya no era ella, si no su hermana Susan.
Miró hacia donde su hermana dormía plácidamente y comprobó que todavía estaba ahí. Volvió a mirar su reflejo y se tocó la mejilla.
Como por arte de magia el espejo se abrió como si de una puerta se tratara y Lucy, ahora igual a Susan, ya no estaba en el camarote del barco, si no en lo que parecía ser una fiesta en su ciudad.
- Damas y caballeros, la señorita Pevensie – la presentó un hombre vestido de traje haciendo que todos aplaudieran.
Ella avanzó con una sonrisa por el pasillo que la gente dejaba para que pudiera pasar.
Su hermano Edmund apareció y le tendió el brazo para que se agarrara.
- Estás muy guapa hermana – le dijo.
- Como siempre – declaró su otro hermano Peter apareciendo y tendiéndole también el brazo.
- Disculpe señorita, ¿puedo hacerles una foto? – preguntó un señor.
- A nuestra madre le va a encantar, una foto de todos sus hijos – mencionó el rubio haciendo que Susan (Lucy) dejara de sonreír.
- Sonrían – dijo el señor de la cámara.
- Espera, ¿dónde estoy? – preguntó Susan (Lucy) - ¿y Lucy?
- ¿Lucy? ¿Quién es Lucy? – preguntó confundido Edmund.
Susan (Lucy) confundida dejó de posar para la foto.
- ¿Susan? ¿Qué pasa? – le preguntó el mayor de los Pevensie.
- ¿Dónde está ___? – volvió a preguntar la chica.
- Ella está en Francia, ¿no te acuerdas? – le interrogó Peter.
- Chicos, no estoy segura. Creo que quiero volver – declaró la castaña.
- ¿Volver a dónde? – interpeló Edmund.
- A Narnia – respondió Susan (Lucy)
- ¿Qué diablos es Narnia? – cuestionó Peter.
- ¿Pero qué pasa? ¡Ya basta! – exclamó la chica.
De repente todo volvió a la normalidad, Lucy estaba en el camarote enfrente del espejo con las manos cubriendo su cara. Bajó las manos y miró el reflejo del espejo asustada y vio como la figura de un león se acercaba a ella, era Aslan.
- Lucy – dijo él.
- Aslan – habló la niña girándose para verlo, pero no estaba a su lado, volvió a girarse para el espejo y allí estaba otra vez.
- ¿Qué has hecho pequeña? – le demandó el león.
- No sé, ha sido horrible – respondió ella todavía un tanto asustada.
- Pero tú lo elegiste Lucy.
- Yo no quería elegir todo eso. Solo quería ser guapa como Susan, nada más.
- Tú deseaste desaparecer, y eso conlleva mucho más. Tus hermanos no conocerían Narnia sin ti Lucy. Tú fuiste quien la descubrió, ¿recuerdas? – le explicó Aslan.
- Lo siento mucho.
- Dudas de tu valía. No renuncies a ser quien eres – el león se dio media vuelta y desapareció.
En la habitación sonó un gran trueno haciendo que Lucy se levantara rápidamente de la cama gritando.
- ¡Aslan!
Miró para todos lados confundida y luego miró la hoja del hechizo en sus manos. La hizo una bola, se levantó de la cama y la tiró al fuego. Mientras que la hoja se quemaba en el camarote se oyó el rugido de un león, el rugido de Aslan.
Una bruma verde salió del camarote de las chicas y fue al de los chicos. Rodeó al joven Caspian mientras este se revolvía en sueños.
- ¡Padre! ¡Padre! – decía.
La figura de una persona se formó con esa bruma.
- ¡Edmund! – exclamó la bruma llamando la atención del nombrado – ven conmigo – un rayo se escuchó e iluminó la habitación dejando ver el rostro de esa figura, el rostro de Jadis – sígueme.
Edmund, al ver a la mujer, cogió rápidamente su espada y la desenvainó, apuntando hacia ella.
- Edmund – le llamó Lucy.
- Lucy – dijo el nombrado suspirando de alivio.
Con el sonido de otro rayo Caspian se despertó asustado.
- No puedo dormir – dijo la niña.
- Dejadme adivinar, ¿pesadillas? – dijo ___ apareciendo con Peter y Susan por la puerta del camarote.
- Nos estamos volviendo todos locos – expuso Susan.
- O algo está jugando con nuestras mentes – explicó Peter sosteniendo la mano de su asustada novia.
- Volved a dormir, ya hablaremos de esto – ordenó Caspian.
Todos obedecieron y volvieron a sus camarotes. En lo que quedaba de noche ninguno volvió a tener pesadillas.
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El viajero del alba (Peter y tu)
FanfictionTodos quieren volver a Narnia, todos menos Susan, que ya está acostumbrada a su vida en América. Ella y Peter están en América, Edmund y Lucy están con sus tíos y su primo Eustace, y ___ está en Francia en un viaje de negocios con su madre. Peter y...