Capitulo 25: Auxilio

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Colleen

Pusimos nuestros quitasoles hasta un poco antes de llegar a la orilla del mar. Habían unas olas gigantes, así que no se si esta vez iba a bañarme, pusimos nuestras sillas y estiramos nuestras toallas en la arena.

- que relajado este lugar, es muy distinto a estar en la ciudad, y el aire que uno respira es mucho mas puro y limpio-Peter dio un largo suspiro- ¿tu que crees Colleen?- dijo

Tenía razón, acá todo es mucho mas natural, y el día estaba súper soleado, y no había tanta gente como yo hubiese esperado.

- es perfecto, podría vivir acá sin ningún problema, pero lamentablemente acá no hay supermercados ni hospitales, entonces en caso de emergencia no podríamos hacer nada, por eso tenemos que aprovechar nuestro tiempo acá- dije acercándome a su cara y dejándole un beso en la frente

Peter se saco sus sandalias y la camiseta y se recostó en su toalla a tomar sol, yo me saque el vestido y me recosté a su lado.

- mi amor, no te vallas a quemar que el sol esta muy fuerte, no te muevas, te voy a poner protector solar- dijo

- Peter pero quiero y necesito... broncearme, toma ponme este que es para ambas cosas, ayuda a broncear y a proteger- le dije tomando mi bolso y entregándoselo

- ok... - dijo riendo

Muy suavemente comenzó a esparcir la crema por toda mi espalda, luego paso a mis hombros, luego alrededor de mis pechos, por mi estomago, y lentamente por cada una de mis piernas.

- no se que estarán pensado las personas que nos ven Peter - le dije con una risa malvada

- probablemente que soy un caliente, pero tranquila, todos piensan eso, es que contigo cielo, ¿quien puede resistirse?- dijo acercándose a mi y robándome un beso

- pobres mujeres que miran tu cuerpo cielo... no saben lo ocupado que ya estas, espero que sueñen contigo, porque no podrán sacarte de mis garras tan rápidamente - dije con la voz mas sexy que puedo hacer

- rawr... - dijo coqueto- ¿quieres ponerme crema en la espalda por favor?-

- buena idea - dije

Hice que se acostara para que así me fuese mas fácil ponérsela, se la esparcí por su gigante espalda, y luego muy lentamente por todo su pecho.

- ¿has estado haciendo ejercicio?-pregunté, ya que lo notaba mas musculoso, y mas bien formado, me gusta...

- veras... quería impresionarte - dijo guiñando un ojo

Yo me morí de la risa, ya que él es delgado, y sale a correr varios días a la semana, pero no me lo imagino haciendo pesas y cosas así, pero debo admitir que le quedan muy bien.

- ¿de que te ries pesada? - dijo haciéndome cosquillas en mis pies

- no, por favor!- dije llorando de risa-te queda bien, te queda bien!... pero por favor para! me voy a hacer pipí -

- bueno... hahaha, mas rato iré a bañarme, ¿me acompañaras?- dijo

- yo creo que si, pero primero déjame tomar un poco de sol para poder entrar en calor, aquí el agua es a veces muy helada, espero que este un poco mas calentita, tenemos que tener cuidado con las olas, vi que estaban bien grandes-

- ok, pero tranquila, no nos pasará nada-

Me volví a recostar en mi toalla, y me puse a mirar la playa, habían varias personas dando vueltas en sus motos de cuatro ruedas, y muy pocas bañándose en el mar... debe ser por las olas que están tan grandes.

El Destino se Encontró con NosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora