Mi profesor de Música (Jake Miller)

#15: ¿Desapareció?

Fuimos a casa y comimos sándwiches en mi habitación mientras veíamos una película. Seguimos platicando y jugando hasta que Kim decidió irse.

- Pues... si gustas ambos podemos acompañarte, ¿no Chris? - sugirió Harry - Digo, nos queda de camino.
- De hecho. Sí, Kim, nos vamos contigo.

Todos nos levantamos y comenzamos a limpiar, después los acompañé a la puerta.

Me despedí de ellos y los miré mientras se marchaban.

Regresé a mi habitación y recordé todo lo que Jake me había dicho.

¿Me ama? Eso me parece algo imposible, tal vez... sólo le caigo mal e inventó una excusa para reprobarme, pero esto no puede quedarse así, es mi calificación la que peligra y no es como que me afecte mucho, pero es lo único que he hecho bien en mi vida.

¿Me ama? No creo que sea cierto. ¿Saben qué es lo peor de todo?

Yo también lo amo.

Lo amo y es algo que no me puedo negar. Harry es lo mejor que me ha pasado... pero, Jake me robó el corazón en el primer instante en el que sus labios rozaron los míos.

Al día siguiente las cosas se tranquilizaron más para mí, fuimos a la escuela como acostumbrábamos (todos juntos) y entramos a clase de literatura.
Después de los 50 minutos que pasamos tomando apuntes sobre la literatura barroca nos dirigimos al auditorio para la clase con Miller. No sabía cómo iba a hacerle para mirarlo a los ojos y fingir delante de todos que no pasa nada.
Entramos y Jake aún no había llegado, algo muy raro, puesto que él era muy puntual.

- ¿Aún no empieza la clase? - preguntó Kim
- Parece que Miller no ha llegado, vamos a sentarnos. - contestó Chris y todos lo seguimos.

Tomamos asiento y miramos al frente.

- Scar, ¿estás segura de que no pasó nada ayer? - me preguntó Harry algo preocupado.
- Nada, Harry.
- Voy a ser sincero contigo: Chris me dijo que Miller se porta muy... raro contigo. Quiero que sepas que si te llega a hacer algo debes decírmelo, yo te apoyaré en todo, ¿está claro?.

-Harry, no te preocupes. Te juro que no ha pasado nada con Miller. Él es mi profesor, supongo que a veces nota que no puedo y se acerca a ayudarme.

Harry estuvo a punto de replicar, sin embargo unos pasos llamaron la atención de todos y volvimos la mirada a la tarima.

- Buen día, vengo hasta aquí para informarles que hoy no tendrán clase de música, pues el profesor Miller no llega y no hemos podido localizarlo. Pueden retirarse si gustan. - Nos dijo la Señorita Parker.

Todos en el auditorio salieron mientras yo me quedé estupefacta: ¿cómo que no pueden localizarlo?
¿dónde puede estar?

- Scarlet, ¿estás bien?
- Disculpa, ¿qué..?
- ¿Llevo 5 minutos hablando solo? ¿No estabas escuchándome?
- Lo siento Harry, estaba pensando...
- ¿pensando en qué? Por Dios, Scarlet, no puede ser que no me prestes atención por pensar en Miller. Parece que tiene más importancia en tu vida que yo.
- Harry, no te pongas así, sabes que no es verdad.
- Claro que es verdad. ¿Sabes qué? mejor hablamos cuando tengas tiempo para escucharme.

Harry tomó sus cosas y salió. Traté de ir tras él cuando una mano me detuvo

- Es mejor dejarlo solo cuando está molesto. Deja que se desahogue solo.
- Chris, no sé qué le pasa...
- Yo sí. Ya notó que estás enamorada de Miller, y no es el único que lo sabe.
- Christofer, yo lo quiero a él.
- Nunca dije que no lo quisieras. Lo quieres, más no lo amas, y él a ti te adora. Deja que yo hable con él. Pero debes poner de tu parte y dejar a Miller a un lado
- ¡NO AMO A MILLER, AL CONTRARIO, ES UN IDIOTA! Yo sólo tengo corazón para Harry, y él lo sabe.
- Espero que sea verdad, Scar. Nos vemos mañana.

Chris salió del auditorio dejándome ahí. Pronto me di cuenta de que era la única en ése lugar.
Un suspiro salió desde muy dentro mío, tomé mis cosas y salí de ahí.

Caminé sola hasta mi casa.

Ellos tenían razón...

Estoy enamorada de Jake

No importa cuánto lo niegue, algo adentro me dice que esto es a lo que todos llaman amor. Que realmente no es Harry quien ocupa mis pensamientos como se supone debería ser.

Al día siguiente fui a la escuela. Ésta vez ni Harry ni Chris fueron por mí a casa para ir todos juntos al colegio como acostumbrábamos. Tomé el transporte público hasta la escuela y al llegar tampoco vi a Kim esperándome...
Entré yo sola a clase y pasados unos 15 minutos los vi entrar al aula. Esta vez en lugar de sentarse conmigo, hasta la parte trasera del salón, en los lugares que yo había reservado para ellos, tomaron asiento en medio, junto a los "populares". Harry comenzó la plática llamando la atención de Melody, Hayden y Liam, las personas más aduladas de la escuela. Los tres le contestaron muy bien, así se presentó, a él, a Chris y a Kim.
Melody y Hayden de inmediato los integraron, en especial a Harry.

Yo sólo miraba desde mi asiento mientras iba dejando los asientos vacíos, para que cualquiera los ocupara, mientras veía cómo Melody coqueteaba con Harry, Hayden le hablaba a Chris de música y Kim se dejaba impresionar por Liam, quien le comentaba sobre sus aptitudes para el basquetball.

Llegó entonces la profesora Smith e inició su clase de computación.

No podía quitarles la mirada de encima. Se veían tan felices, en especial Harry, quien no dejaba de reír. Tampoco quería creer que las únicas personas a las que yo quería estaban mejor sin mí. Sentí un nudo en la garganta que no me dejaba respirar.
Rápidamente tomé mis cosas y salí corriendo.
De mis ojos comenzaron a asomarse las lágrimas, las cuales yo trataba de limpiar de mis mejillas mientras caminaba al baño. Todos me miraban, algunos se burlaban de mí.
Corrí cuando sentí no poder más con el dolor.
Entré a una de las casetas mi me dejé caer en el suelo, llorando desconsoladamente, pero en silencio, como lo había hecho toda mi vida desde que tenía memoria. Como hice cuando mis padres no se presentaron a mi graduación, como cuando murió mi perro Smile, quien había sido mi única compañía desde siempre, como cuando en secundaria las chicas se burlaban de mí. Como cuando ese mismo año unos chicos más grandes me tiraron pintura encima y comenzaron a reír y gritarme insultos.
Había pasado tantas cosas yo sola que era imposible contarlas todas, y justo cuando me creí feliz ellos solo se fueron...

Ahora estaba yo sola. Como siempre fue y como, de ahora en adelante, sería siempre.