#17: ¡¿Por qué ahora?!

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A T E N C I Ó N
El contenido que va a aparecer en el siguiente capítulo puede no ser del agrado de muchas, pues es material para adultos. Si eres sensible a estas situaciones, te recomiendo no leer.


Lo tomé de la mano y subimos a mi habitación.
Estaba fuera de mí, no era yo quién estaba en esa situación, era una chica totalmente diferente.
Cerré la puerta y volvimos a fusionarnos en un beso.
Fuimos caminando juntos hacia la cama, sin dejar los besos y me recostó. Tendida en la cama lo miré...
- No sabes las ganas que tengo de hacerte mía, Scarlet.

Comenzó a besar mi cuello mientras bajaba...

¿Realmente iba a hacerlo?...

Sin duda iba a hacerlo.

Tomé sus cabellos entre mis dedos mientras lo acariciaba. Él siguió besando mi cuello hasta que, de pronto, dejé de sentir la toalla que me cubría. Sus labios volvieron a los míos, mientras sus manos recorrían cada centímetro de mi cuerpo que querían. Tomé su playera entre mis manos y la subí, dejando su torso descubierto. Dejó de tocarme para quitar su cinturón y desabrochar su pantalón, a esto mi reacción fue quitarlo.
Ahí estábamos los dos, en mi recámara.
Sentí su torso desnudo en mis pechos. Estaba hirviendo.
Como todo un experto, se abrió paso entre mis piernas mientras me besaba.
Acariciaba mis muslos de una manera tan suave y tentadora que me enloquecía.
Lo sentí rozando en mi entrada muy suavemente. Ambas respiraciones ya estaban agitadas, pues los besos eran continuos y apenas nos separábamos unos cuantos segundos para tomar aire.
De pronto separó sus labios de los míos y me miro.
- Scarlet, te quiero... - dijo y junto su frente con la mía mientras yo sonreía - y mucho.

Al decir éstas palabras entró a mí de una sola estocada.
Grité.
Y sus labios silenciaron el grito con un beso.
Así siguió, entrando y saliendo una y otra vez, con penetraciones fuertes, pero lentas que me hacían delirar.
Yo no podía parar de gemir, era sin duda lo mejor que me había pasado.
Siguió él en lo suyo, hasta que se detuvo.
-Date la vuelta, quiero que quedes a gatas.
Inmediatamente hice lo que me pidió, pegando mi pecho a la cama.
Abrió mis piernas y volvió a entrar.
Se sujetó de mis caderas para hacerlo más rápido y fuerte.
La oleada de placer se hizo presente en mi interior. Sabía que si gritaba de nuevo la abuela despertaría. Tomé una almohada y la mordí, para ahogar los gemidos.
Me sentía en el cielo. Jamás en toda mi existencia había tenido una experiencia que me hiciese sentir tanto.
De nuevo me dijo que me volviera a la posición inicial.
Ésta vez no tuvo miramientos, me lo hizo como si me odiase, y fue lo mejor.
- Estoy a nada de llegar, Scarlet. Muévete.

Comencé con los movimientos de cadera. Era delicioso...

Y justo antes de que todo tuviese su clímax...

-¡SCARLET!

Esa sin duda era la voz de mi madre.

Jake y yo nos miramos horrorizados. En seguida nos separamos y cada cual buscaba algo qué ponerse.

-¡SCARLET! ¡¿ESTÁS EN CASA?!

-SÍ, AHORA BAJO, PERMITEME

En seguida busqué algo de mi armario. Me puse las bragas, una camiseta y un pants.

-Jake - dije en susurro -escóndete.
-¿Dónde? -preguntó el de igual manera

- ¡SCARLET, BAJA!

La desesperación me inundaba, no sabía cómo reaccionarían mis padres si lo viesen.

- Escóndete en el armario, o en el baño. Después te ayudo a salir - seguí susurrándole.

Jake entró al armario semi desnudo y, después de asegurarme de que había entrado al escondite, abrí la puerta.
Bajé las escaleras y fui al encuentro de mis padres, quienes hacían una breve visita cada mes...

Mi profesor de Música (Jake Miller)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora