#16. Debo averiguar qué está pasando.

203 14 1
                                    

Ahí estaba yo, sufriendo por las tres personas que yo creía las mejores. A decir verdad, lo que me dolió de verdad fue que Chris me hiciera a un lado; a Kim la acababa de conocer y Harry no se veía de fiar... Pero, ¿Chris? Él me dijo alguna vez que no me dejaría sola nunca... No me explicaba su cambio tan repentino. Decidí que debía saber qué los había hecho cambiar de opinión y sobre todo... De amigos... Aunque la verdad sólo me habían cambiado a mí.

Salí de la caseta y me limpié la cara en el lavamanos. De detrás mío salieron dos chicas y me miraron.

-¿Les puedo ayudar en algo?
- No, pero creo que nosotras a ti sí. - me contestó una de ellas.
- ¿A qué te refieres?
- Sabemos por lo que estás pasando, y no vamos a dejar que te hagan lo mismo a ti.
- No... no estoy entendiendo.
-Son esos chicos: Melody, Liam y Hayden... Antes no eran lo que son ahora.
-¿Ustedes quienes son?
- Oh, qué maleducada soy. Mi nombre es Kate y ella es Charlotte. A nosotras nos ha pasado algo similar a lo que te pasa... Y vamos a ayudarte.
- Hablen claro.
- Hayden era mi mejor amigo. - dijo Charlotte - éramos inseparables desde preescolar... Luego Melody llegó a cambiarlo todo. Él simplemente me abandonó, y no sólo eso, sino que después llegaron las humillaciones contra mí, lo peor es que fueron de alguien a quien yo le hubiera confiado hasta mi vida.
- Lo mismo me pasó con Liam: sólo que nosotros éramos pareja. Llevábamos juntos 3 años... Ahora ellos son novios. Scarlet, ellos quieren verte sufrir. A nosotras ya nos pasó, y no vamos a permitir que Melody te haga lo mismo.
- Espera. Charlotte, ¿tú eres la chica a la que le bañaron en limonada y puré?
- No me lo recuerdes.
- Nosotras queremos protegerte. Melody ha hecho lo que ha querido durante mucho tiempo. Esto no puede quedarse así.
- ¿Y nosotras qué podemos hacer? Esa chica es de alguna manera influyente en todos... Aunque lo trataramos no conseguiríamos nada. -Contesté.
- Claro que sí, pero necesitamos de ti. Nosotras ya tenemos mala reputación, tú en cambio...
- No tengo reputación. - adiviné.
- Nos vamos a encargar de crearte una... La mejor. - Dijo Kate.
- Lo siento chicas, yo...
- ¿Acaso quieres ser la burla de esos huecos? - dijo Charlotte - ¿Quieres quedarte y esperar que los que quieres te humillan de la peor manera?

Ellas tenían razón. Si esperaba iba a llegarme una puñalada por la espalda... Pero antes tenía que escuchar los argumentos de mis amigos y mi novio.

- Voy a pensarlo, chicas. No sé qué decirles por ahora. Dejen que aclare el asunto y después las busco.
- Claro, pero... En serio toma en cuenta lo que te sugiero... Es algo benéfico para ti. - cerró Kate.

Ambas salieron del sanitario y me quedé frente al espejo.

No sabía qué creer. De alguna manera yo sabía que iba a terminar mal. Respira hondo y salí en dirección a mi casa.

En una media hora de camino llegué a mi hogar. Entré y fui directamente a la ducha.
Me deshice de mis prendas y abrí el agua caliente.
Esos fueron los mejores 30 minutos del día. Después tuve que salir.

Acababa de ponerme la toalla cuando el timbre de la entrada resonó por toda la casa. Me sequé rápido y el sonido se hizo presente de nuevo con más ímpetu que la vez anterior. Temiendo que la abuela despertara y se pusiese de mal genio, decidí atender al llamado casi de inmediato: salí de mi habitación y bajé las escaleras lo más rápido que las sandalias de baño me lo permitieron, mientras la persona detrás de la puerta seguía llamando sin consideración.

- ¡Un momento! - exclamé.

Abrí, y no era nada menos que Jake, quien llamaba la puerta de entrada.

- ¿Miller?
- Scarlet, necesito hablar contigo.- ¿Cómo supiste mi dirección?
- Eso es lo de menos, Scarlet. Quiero que hablemos.
- Pues yo no tengo nada de qué hablar contigo.

Traté de cerrar la puerta cuando él interpuso su pie, haciendo que mi acción no se concluyera. Abrió de golpe y se acercó hacia mí. Tomó mi cara entre sus manos y me besó, desesperado por tener contacto con mis labios.
Traté de hacer mi existencia retroceder, sin embargo, él se acercaba cada vez más a mí. Seguí el beso, me tomó de la cintura y yo coloqué mis manos en su nuca.
Me separé y miré sus ojos: había deseo en ellos, deseo que yo también tenía por estar con él.
Lo tomé de la mano y subimos a mi habitación.
Estaba fuera de mí, no era yo quién estaba en esa situación, era una chica totalmente diferente.
Cerré la puerta y volvimos a fusionarnos en un beso.
Fuimos caminando juntos hacia la cama, sin dejar los besos y me recostó. Tendida en la cama lo miré...
- No sabes las ganas que tengo de hacerte mía, Scarlet.

Comenzó a besar mi cuello mientras bajaba...

¿Realmente iba a hacerlo?...

Mi profesor de Música (Jake Miller)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora