De tres

314 9 9
                                    

ADVERTENCIAS: Trio, Shota, Incesto leve, Lemon explicito, Bondage, Sumisión, Asfixia erótica, Uso de medicamento.

Noah

Miré a mi hermano cuyo rostro seguía reflejando la sorpresa, estaba tan rojo como el color de una bandera Española, viendo hacia la dirección por la que se había alejado nuestro amigo, seguramente con la imagen plasmada aún en su mente.

–Corey– Lo llamé. De alguna forma me sentía mal por lo que pasó.

Que te atrapen con alguien besándote cuando hasta donde alcanza mi entendimiento, eso no se debe hacer porque ya tienes a alguien con quien hacerlo, resulta incorrecto y esa era la culpa que sentía.

Me miró y de la sorpresa cambió al enfado.

–¿Por qué lo dejaste besarte?–

–Yo...– Tartamudeé –Yo...–

–¡Responde!– Exigió, amenazadoramente se puso frente a mi clavando su mirada llena de enojo, esos ojos miel capaces de darme un escalofrió, me observaban fijamente.

–Q-Quería... que... siguiera siendo mi amigo– ¿Qué estupideces digo?

–¿Es cierto?– Asentí y el suspiró liberándome a mí de presiones al alejarse un poco –Idiota, necesito mantenerte vigilado– Regresaba a sonreír alegre.

–¿No estás enojado?– Seguía sintiéndome mal, ¿por qué?

– No, sí sigo enojado– Ciertamente su aura tensa me estaba inquietando –Pero ya habrá tiempo más después para que lo golpeé, a ti no te quiero hacer nada, esto no es tu culpa, es la de él– Y se supone que confié en esas palabras –Es hora de irnos bobo– Dijo la última palabra con cariño y una enorme sonrisa que mostraba los aperlados dientes –Mamá debe estar realmente enfadada esperándonos, ya es tarde– Tomó mi mano y nos fuimos corriendo tan rápido como pudimos.

Peor que todo lo sucedido a lo largo del día, había olvidado sobre respecto a nuestra progenitora, mi suerte iba en caída libre, ¿hasta dónde llegara el final?, cuando me estrellaría dentro de ese hoyo cuyo fondo no veo próximo.

Como predije y medité durante el camino en que íbamos corriendo, en cuanto llegamos entrando por la puerta recibimos un regaño digno de una escuela militar, el corte del privilegio de la comida y todo el resto del día castigados en nuestras habitaciones en solitario, no nos habíamos librado de eso ni aun cuando mi hermano le explicó todo omitiendo pequeños detalles que no le eran convenientes.

Dentro de mi empezaba a nacer cierto enojo hacia ella, 'por nuestro bien' mentiras que contaba, nos mataba lentamente en el exilio, su manera estricta y sobreprotectora de tratarnos, no nos traería nada bueno, por fin pude entender eso gracias a que tenía un amigo que me ayudaba a poder comprender lo importante que eran las relaciones con las demás personas.

Acostado sobre la cama rodé para acomodarme sobre un costado, en dirección hacia la pared, mirando hacia la ventana, suspiré...

¡Tock...! ¡Tock...! La ventana frente a mí crujió, sobresaltándome por el ruido repentino.

–¿Corey?– Ahí estaba el aludido saludándome desde afuera con una gran sonrisa –T-Te van a ver–Y ahora si estaría en muchos problemas.

–Sal afuera conmigo Noah–

–Pero mamá...–

–Mamá me vale...– ¡Wow! que palabras y que valor para decirlas.

–Si te escucha...–

–¿Qué?, ¿me castigara de nuevo?, mejor no seas tan chillón y apúrate o te dejo solo ahí–

Mi cuerpo se movió por sí sólo, impulsado por sus palabras que sacaban de mí esa necesidad de contradecir sus creencias, sabía que me consideraría algún tonto miedoso, por lo cual abrí la ventana y escapé de casa con él.

Víctima de un amor retorcidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora