{JEFF}
[El día del Apocalipsis]
[Filadelfia, Pensilvania]Todo comenzó en medio de la carretera. Había mucho tráfico. El coche no parecía avanzar, íbamos demasiado lentos.
Solo queríamos llegar a nuestra casa, veníamos de vacaciones, unas vacaciones que jamás olvidaré, tranquilo en la playa tomando el sol, ese sería el último momento feliz que pasaría junto a mi familia.
En cuanto regresamos a Filadelfia, ciudad de Pensilvania, todo empezó a irse a la mierda, el mundo cambió, se volvió un lugar terrorífico, monstruoso, sobrenatural.Empezaron los gritos, la gente corriendo. Yo y Andrew, mi hermano menor, mirábamos asustados por las ventanillas mientras mis padres, en los asientos delanteros, intentaban calmarnos.
Pero el terror se apoderó de toda mi familia cuando vimos a esos seres por primera vez. No recuerdo cómo reaccioné, solo recuerdo que jamás había pasado tanto miedo.
Nos quedamos encerrados en el coche mientras la gente corría para salvarse en vano, sabíamos que era lo más seguro.
Pero pronto empezaron a incrementar su número y se reagruparon contra los coches, consiguiendo romper las ventanillas y morder a las personas que había dentro.
Así que decidimos salir cuando el grupo más cercano de esos seres estaba distraído con un coche no muy lejos del nuestro.Salimos corriendo, mis padres nos protegían, a mí y a mi hermano pero ambos tenían tanto miedo como nosotros, eran simples políticos, no policías que supieran cómo luchar contra los monstruos.
Nos adentramos en el primer edificio que vimos. Llegamos de milagro, esquivando a los monstruos.
Pero en el interior del edificio no tuvimos tanta suerte. Empezaron a salir de las casas, subimos hasta el ático y cerramos la puerta pero no aguantó mucho.
Entraron a por nosotros y no podíamos huir, estábamos acorralados. Nuestra única escapatoria era tirarnos desde la vigésima planta, donde nos encontrábamos.
Mis padres se pusieron delante de mí y mi hermano, defendiéndonos.
Empezaron a empujar a los monstruos para alejarlos de nosotros, con cuidado de que no les mordieran.
Pero eran muchos y algunos nos vieron y vinieron a por mí. No dudé un segundo, salí corriendo mientras mi hermanito se quedaba paralizando, llorando de miedo.
Fue una decisión que lamentaré eternamente.
Se comieron a Andrew, y solo tenía seis añitos, toda la vida por delante mientras que yo tenía diecisiete años y solo se me ocurrió huir, debí quedarme a protegerlo, aunque ello me costara la vida.
Mis padres se desmoronaron al darse cuenta de lo que había sucedido y se rindieron, dejaron que los monstruos se les acercaran.
Entonces se produjeron los disparos, que fueron derribando a todos esos seres salidos de una película de terror.
Un grupo había llegado hasta arriba y nos había salvado la vida, a mí y a mis padres porque a Andrew le fue demasiado tarde.
En ese momento no me salieron las lágrimes, ni grité, no reaccioné. Estaba en shock, acababa de ver morir a mi hermano pequeño, al que quería más que a nadie en este mundo.El grupo de supervivientes nos condujeron a un gran supermercado. Se había establecido allí un "punto seguro", según el gobierno. Había otros más por Filadelfia, todos por el centro, no muy lejos unos de otros.
Una vez en el supermercado, me derrumbé, junto a mis padres.
Hacía tan solo unos días estaba en Hawaii, en el paraíso, en la gloria. Era increíble cómo habían cambiado las cosas. Nunca debí haber regresado a Filadelfia, nunca debí haber abandonado Hawaii.Los zombis, así decidí llamarlos porque son iguales a los de las películas, derribaron las barricadas del supermercado y consiguieron entrar.
Solo habíamos pasado dos días seguros en el supermercado, dos días llorando la pérdida de mi hermano.
Y volvieron a atacar de nuevo, no pudieron dejarnos más tiempo para aceptar lo sucedido, no, jodidos zombis.Mis padres sopesaron la idea de salir, huir del supermercado pero en las calles la cosa estaba peor, la ciudad estaba infectada.
Y ya no se escuchaba a la gente gritando ni se veía a gente corriendo, eso es porque habìan muerto o estaban escondidos, como lo estábamos nosotros pero nos encontraron.
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Apocalipsis Zeta - Parte 3: Venganza...
De TodoJack y los demás creían que la lucha había acabado, que solo quedaba por enfrentarse a los zombis pero están muy equivocados. No todos los habitantes de La Llama murieron en el ataque del fuerte y los pocos que sobrevivieron vuelven con ansia de ven...