Apocalipsis Zeta - Parte 3: Venganza...

CAMINOS SEPARADOS

{JEFF}

No me puedo creer que de los de La Llama solo yo y un guardia quedemos vivimos. Nos han masacrado y los pocos que sobrevivieron a los disparos cayeron en el campamento, devorados por los zombis.

Cuando Mary nos ordenó matar a todos los que quedaran en el campamento, a pesar de los zombis que había por alrededor, fuimos sin rechistar. Ahora ella era la que estaba al mando.

Bajamos de las camionetas pero enseguida vinieron a por nosotros y como no me daba tiempo de montarme en la camioneta y dar media vuelta, eché a correr.
Por el camino me encontré a otro guardia y me informó de que los demás habían caído, que éramos los únicos que quedaban.

Así que yo y el guardia de La Llama nos marchamos caminando de aquel lugar.
Ni siquiera es mi amigo, me cae mal, siempre está quejándose de todo y habla demasiado pero por desgracia lo tengo que aguantar.
Y encima no tenemos nada, ni comida, ni bebida, nada.

- ¿Por qué estás tan callado?- me pregunta mi compañero, Arnold.
- ¡¿Que por qué?!- le grito bruscamente-. ¿Es que no lo ves? ¡No tenemos adónde ir! ¡Los zombis se quedaron con las camionetas y ahora tenemos que caminar! ¡No quiero caminar!
- Tranquilo... No estés tan furioso...
- ¡¿Que no esté tan furioso?!- grito apretando los puños, intentando calmarme en vano-. ¡Encima de todo, Nestor ha muerto y no podré tener lo que me prometió!
- ¿Qué te prometió?- me pregunta Arnold.
- ¡Poder!- grito-. ¡Poder sobre la gente!
- Tienes que calmarte, colega, se te está empezando a ir...
- ¿Crees que estoy loco?- le digo acercándome a él, amenazante-. ¡No estoy loco! Yo solo quería poder...
- Anda, descansemos un rato...
Me tumbo en medio de la carretera y me quedo mirando al cielo, pensativo.
Estoy furioso, muy furioso, pero no solo por haber perdido el poder que me prometió el director Fire, sino por haberme alejado de nuevo de la chica que amo, de Mary. La he perdido... Y puede que nunca más vuelva a verla...

{LEO}

Vi morir a demasiada gente, a demasiados aliados, a demasiados jóvenes inocentes.
No sé que habrá sido de Jack, Noah, Mike, Luke, Kat, Liam y Clare... Son los únicos a los que no vi morir...

Yo conseguí escapar de todo aquel caos junto a Rupert, el cual apresó a su amigo, le quitó el arma y ahora está con nosotros.

Caminamos por una carretera vacía y desolada, a las afueras de Mercury.
No sabemos hacia dónde ir exactamente, solo caminamos hasta que encontremos un coche o cualquier vehículo con el que salir de aquí y encontrar un lugar seguro.
Al menos tenemos algo de comida que Rupert rescató antes de salir del campamento por si pasaba algo como esto.

- ¡Suéltame!- dice Ian intentando liberarse de las cuerdas que le inmoviliza las manos por detrás de la espalda-. Rupert, amigo, soy yo, suéltame...
- No- niega Rupert-. No te creo, te han lavado el cerebro y estás mintiendo...
- Te digo que no, créeme, amigo...- dice Ian aparentando tristeza y veo a Rupert dudar unos segundos.
- Ni se te ocurra- le digo-. No es el mismo.
- ¿Pero entonces qué vamos a tenerlo así todo el tiempo?- pregunta Rupert dudoso.
- No, hasta que vuelva a ser el mismo de antes- le respondo.
- ¿Y cómo lo sabremos? ¿Cómo lo haremos?- suspira Rupert.
- ¡Soy el de antes! ¡Lo prometo!- dice Ian.
- Recuerdos- le digo a Rupert-. Prueba con contarle cosas de vuestra vida pasada.
- Está bien...- dice Rupert y se dirige a Ian-. Escucha, amigo. ¿Te acuerdas de aquella vez que un grupo se estaba metiendo contigo y yo les di una paliza?
- Sí...- susurra Ian.
- ¡Mentira!- exclama Rupert-. Porque yo nunca he tenido que defenderte, siempre te las ha apañado bien solito. ¡No eres Ian!
- ¡Que me sueltes!- grita Ian y se acerca a Rupert para golpearle con el hombro pero yo lo paro.
- ¿Te acuerdas de cuando tiraste a Matthew por el acantilado?- le pregunta Rupert.
- ¡Fuiste tú!- grita él.
- ¡Fuimos los dos pero tú fuiste el que le dió el empujón que acabó con su vida! ¿Recuerdas?