Ignacio, después de una breve conversación con Gerardo, le preguntó si sabía dónde iba el avión, y le contestó que iba a Albuquerque,Nuevo México, y que el viaje duraría cinco horas, que le había escuchado decirlo a sus dueños.
Conversaron durante esas cinco horas sobre dónde irían, como irían y sobre qué hacer para sobrevivir en las calles. La idea de Ignacio era avanzar por la noche, porque por allí había mucho desierto y no querían pasar calor.
Cuando llegaron a su destino, se escondieron hasta que hubo una oportunidad de que nadie los pudiera ver y, cuando llegó el momento, salieron del avión. Buscaron una salida del aeropuerto, tenían que ir cautelosamente para que nadie les pudiera ver, así que salieron por debajo de una valla del aeropuerto y acto seguido, fueron a una fábrica abandonada que había para dormir por el día y avanzar por la noche.
Cuando se levantó Ignacio, aún era de día, pero faltaba poco para hacerse de noche. Ignacio despertó a Gerardo y le dijo que tenían que buscar otra vez una brújula, porque él la perdió en Nueva York. Caminaron por la ciudad oscura durante dos horas, pero sólo encontraron una bolsa que habían "tomado prestada" de un indigente. La bolsa tenía un poco de comida, poco más de la mitad había caducado, pero tendrían para sobrevivir unos cinco días. Después de una media hora, desesperados por encontrar una brújula,vieron una casa en la que estaban dando una fiesta, y Gerardo se acordó de que el móvil de su dueño tenía una brújula, así que se metieron en la casa por si podían coger un teléfono prestado indefinidamente. Era una fiesta con bastante gente joven, y pensaron que estarían consumiendo alcohol o drogas y que no pasaría nada,porque no le iban a dar importancia a los animales. Tomaron coraje, y entraron en la casa por una ventana abierta, pero no era una fiesta de gente joven ¡Era una reunión de abogados! Los dos animales se quedaron paralizados, sin saber que hacer, porque sabían que la gente era totalmente consciente de que ese era el pingüino del que se hablaba en las noticias, y por el cual los dirigentes del zoológico habían ofrecido una recompensa de quinientos dólares para quien lo encontrase, así que lo cogieron y lo encerraron en un armario y, al gato, lo sacaron afuera de la casa.
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La aventura de Ignacio
AdventureIgnacio está cansado de su vida de animal de zoológico, por lo que decide iniciar una aventura arriesgando su vida para huir de los malos tratos que recibe, en busca de más gente de su especie, en la Antártida.