Amigos igual a Padres ♢Yaoi/Gay♢

Recordando

Vlad suspiro y se sentó a su lado a ver al bebé, conocía a su amigo y lo testarudo que podía ser, entonces... estaba decidido.

- ¿cómo lo vas a llamar? - preguntó Vlad abrazando a su amigo - tiene cara de Jerry - el comentario logró hacer a Dennis hablar.

-no seas tonto, él no será un fracasado... es más una cara de Josh o Jack - sonrió nuevamente apoyándose en el pecho de Vlad - gracias -

- puedes con él, has logrado cuidarme a mí ¿no? -

-cierto - habló riendo sin pena.

- pero - enfatizó - si es mucho... siempre están los orfanatos -

-te gusta arruinar lo poco bonito que sueles decir ¿verdad? - dio un golpecito en su pecho deseando haber golpeado con más fuerte.

-ya me conoces - habló más tranquilo - me gustas más feliz, aunque tenga que sacar mi lado amable, debo compensarlo de alguna forma -

- necesitamos cosas para él, vamos a comprar -dijo Dennis haciendo como sí no hubiese llorado minutos atrás y no escuchara lo último que dijo su amigo.

Caminaron juntos hasta el estacionamiento, hablando de como pasaron la noche según lo que recordaba Vlad mientras conducía hasta el centro comercial más cercano, una vez arribaron caminaron juntos hasta el supermercado, llamando la atención de las personas alrededor, el bebé no pasaba desapercibido por sus ojos y menos con los hombres que iban como una pareja de compras y parecían ser los tutores legales, en otras palabras, los padres.

Tampoco era tan chocante, Dennis es más bajo que Vlad, tez más blanca con pelo negro azabache, ojos cafés y particularmente de caderas y piernas marcadas, gracias a que desde pequeño le gustaba la gimnasia y el baile, era alguien que, si deseara, podía vestirse como chica y hacer que los demás lo creyeran. Mientras que Vlad era más masculino, tez morena, cabello café oscuro y sus ojos dorados como los del bebé, se veía con más musculatura que Den por el gusto que tenía a actividades deportivas que le dieran un cuerpo de dioses, dejando ver como un verdadero Adonis y con los poderes de Eros para encantar hasta con palabras, dejando de lado ese estereotipo de fortachón cabeza hueca que podían malinterpretar.

- ¿tengo que acompañarte? -pregunto Vlad incómodo por recibir la atención que no le gustaba por culpa del niño.

- ¿quién más me va a ayudar con las cosas? - estaba tranquilo, quizás porque con Vlad dudaba que se llegaran a entrometer sin llevarse una golpiza por un pensamiento erróneo y precipitado.

-pero no serán para mí, no tengo porqué ayudarte - gruño molesto bajando el ritmo de su caminata.

- ¿quieres cerveza, helado y dulces? - preguntó Dennis sin ver donde iba su amigo, lo conocía, llevaban años conviviendo y conociendo sus gustos y mañas.

-te acompaño - dijo más animado, caminando al lado de su amigo y sacando un carro de compras, para entrar a supermercado.

Estoy presuponiendo lo que pasará, Den ya se ve incomodo cargando al bebé y estos carritos no traen un espacio para llevar al bebé en frente.

-Vlad tómalo -me dijo rápidamente caminando hasta mí.

Dudé un poco, no sabía cómo cargar un bebé, estoy seguro se me va a caer y no sé qué será peor, las explicaciones que tendré que dar a la policía o la putiza que me dará mi querido Den.

Me negué, pero él me lo entregó de todas formas, intenté tomarlo, aunque con algo de miedo y este tarado comenzó a llorar y a patalear mí vientre, tranquilo, que tú tampoco me agradas mucho.

Den se asustó y le dio el primer peluche que encontró en la estantería -tranquilo, tranquilo - le dijo al bebé, lo tranquilizó provocándole una sonrisa con las delicadas caricias a su mejilla, y así como si nada hubiese pasado, continuamos caminando por el lugar, parece que el bebé no me hará escándalos, es molesto cargarlo tanto tiempo, pero Dennis está bastante ocupado, no pienso molestarlo más por ahora.