Capítulo 16

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-¡Zico! Zico abre por favor - llamaba Pyo a su puerta.

-¡Vete! - gritó Zico desde adentro.

-Por Dios Zico ya van cinco días que no sales de ahí, ni siquiera has ido al estudio a trabajar... - un estruendo contra la puerta lo hizo alejar, al parecer Zico había lanzado algo contra esta para que lo dejara en paz.

Pyo sabía que era inútil perder su energía allí tratando de convencerlo para que saliera así que se dio por vencido y se fue. No había forma de que lo hiciera, incluso llamó a su madre y hermano pero no funcionó, quizás la única forma de que dejara su encierro era si Yu Kwon iba allí y lo perdonaba.

Desde hace cinco días a Zico lo invadió una inmensa depresión, además de no salir no tenía ánimos para nada, ni siquiera para hacer música que es lo que más le apasiona. Tan sólo se alimentaba con las provisiones de ramen que tenía en casa, no se bañaba y ya hasta le comenzó a salir el bigote, se quedaba todo el día en cama o sentado en el puf de la sala las ventanas las mantenía cerradas con las cortinas puestas para que no entrara la luz. Estaba hecho un desastre, como si fuera un mendigo que vive en la calle y todo por haber cometido ese grandísimo error.

-Hola Taeil ¿Será que tu sabes la dirección de la casa de Yu Kwon? - le preguntó Pyo al teléfono.

-No ¿Por qué?

-Zico sigue igual, tal vez si pueda convencer a Yu Kwon de que hable con él quiera salir.

-Le preguntaré a Min Hyuk, él debe saber. Te paso un mensaje luego.

Unos cinco minutos después el mensaje llegó, Pyo tomó la ruta hasta la dirección que Taeil le dio y llegó a un vecindario muy familiar y tranquilo hasta la cuarta casa que era la de él. Tocó el timbre y la que supuso era la madre de Yu Kwon le abrió.

-Buenas tardes señora ¿Está Yu Kwon?

-Ahorita se está alistando para salir al trabajo ¿Quién lo busca?

-Un amigo.

-Si quieres pasa y lo esperas.

-No es necesario gracias, yo lo espero aquí afuera.

Se quedó aguardando en la entrada recostado de la reja a lo que escuchó un chirrido proveniente de esta al ser abierta y vio a Yu Kwon que lo miró sin expresión alguna.

-¿Zico te mandó?

-No, yo vine por mi cuenta. Escucha Yu Kwon, Zico está realmente mal, lleva días sin salir de su apartamento sin querer hablar con nadie, ni siquiera con su madre y me está preocupando.

-¿Y qué quieres que haga yo?

-Que hables con él y lo perdones, sé que es difícil pero él está muy arrepentido. Temo que pueda llegar a cometer una locura.

-No me interesa - dijo y se alejó de Pyo en sentido contrario.

-¿¡Si se llega a matar no te interesa!? - Le gritaba desde lejos - ¡No sabía que eras tan insensible!

Yu Kwon seguía caminando como si lo estuviese ignorando pero ya por sus ojos comenzaban a rodar unas cuantas lágrimas por el miedo que sintió al escuchar eso, no pensaba que sería capaz pero si a Zico le llegaba a ocurrir algo y más por su culpa no se lo perdonaría nunca. Intentó sacarse esa idea de la cabeza, sabía que no estaba tan loco para hacer algo así y se dedicó a comenzar su jornada laboral en la pastelería sin que nada lo desconcentrara, se dedicaba a atender a los clientes como siempre hacía sin hablar con sus amigos para que no le sacaran de nuevo el tema de Zico.

-Se acabaron las tartaletas de fresa, iré adentro a buscar más - dijo Yu Kwon quien fue hasta la cocina.

Mientras un empleado de allí sacaba los postres de la nevera para ponerlos en la bandeja, Yu Kwon veía la cocina con detenimiento deseando algún día estar en esas mesas preparando dulces o decorando un pastel.

Dulce Melodía (ZiKwon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora