Dulce Melodía (ZiKwon)

Capítulo 19

-Con cuidado, cuidado, más lento o lo arruinarás.

-Si sigues hablando sí lo voy a arruinar, mejor siéntate y quédate en silencio.

Zico hizo una mueca de disgusto y se sentó mirando una revista.

-Si tú haces un pastel ¿Qué debería llevarle yo a tu madre?

-Podrías escribirle una canción.

-Claro, todo para que la suegra sea feliz.

-No me gusta cómo suena eso "la suegra".

Yu Kwon preparaba un pastel relleno en capas y debía cortar el ponqué en tres para luego untarle una crema de avellanas y al finalizar cubrirlo con un glaseado de chocolate y decorarlo, eso lo aprendió en la última clase que tuvo y si éste le salía bien lo llevaría como un regalo para la madre de Zico que irían a visitar esa tarde. Terminó de quitar la primera capa que no quedó tan mal y siguió con la segunda que se le hizo más sencilla, lo rellenó, volvió a colocar las tapas y lo cubrió para luego adornarlo con unas cerezas.

-Ya está listo.

-Se ve tan sabroso, quiero probarlo – dijo Zico relamiéndose los labios con ganas del pastel.

-Aún no se puede, en dos horas lo comerás – Yu Kwon lo guardó en la nevera hasta que fuera hora de ir a casa de la madre de Zico.

-De acuerdo, entonces...- se levantó y tomó a su novio de la cintura pegándolo a él - ...podría cubrirte en chocolate y comerte a ti.

Yu Kwon rodó los ojos y se separó de él.

-Voy a lavar todo.

-Bien, yo iré a recostarme un rato, estoy cansado.

-Como si tú hubieras hecho algo.

-Te vi cocinar y eso me cansó – dijo entrando a la habitación.

-¡Oye! Recuéstate en el sofá, la cama está tendida y la vas a revolver toda.

-Yo después la arreglo, no seas llorón.

Yu Kwon fregó todas las cosas que había utilizado para cocinar, las secó, las guardó en su lugar y limpió la mesa. Se asomó en el cuarto en donde Zico estaba tendido en su cama con los ojos cerrados y fue con él, antes tomando una cereza que había sobrado y se subió sobre sus caderas.

-Es como si una vaca se me hubiera montado encima – dijo Zico sin abrir los ojos y reprimiendo una risa.

Yu Kwon rodó los ojos pero no le dijo nada y le dio de comer la cereza.

-Qué rica – abrió los ojos y le quitó el tallo de la mano - ¿Sabías que puedo hacer un nudo al tallo de una cereza en mi boca?

-¿En serio? – se cruzó de brazos mirándolo incrédulo – Había escuchado de eso pero pienso que es imposible.

-Ya verás – se metió el tallo en la boca y comenzó a mover su lengua para hacer el nudo que dijo podía hacer, Yu Kwon lo miraba aún de brazos cruzados esperando por el resultado hasta que no pudo y lo escupió.

-Jajaja, sabía que no podrías.

-Yo antes lo hacía, he perdido la habilidad, pero puedo enredar otras cosas en mi boca.

-¿Cómo qué?

-Tu lengua con la mía.

-Suena asqueroso cuando lo dices, es mejor hacerlo – acercó su rostro al del rubio y lo besó, moviendo sus bocas a un mismo ritmo, ambos quedando satisfechos por igual, Yu Kwon se separó y ahora fue hacia su cuello.