Yes daddy. ©

Chapter I

La alarma hizo que abriera los ojos.
Sentía como su piel transpiraba debido a un sueño que había tenido, puso su mano al lado izquierdo de la cama e hizo un movimiento de ala de ángel, solamente para cerciorarse que su esposa nunca despertaba con él. 

Se afligió por la situación, él  aseguraba que la relación era recíproca, aunque llevaran dos décadas juntos, la gente hablaba de su matrimonio como un vínculo por interés; habían contraído nupcias al año de conocerse solo porque el padre de su mujer los presionó.

Comenzó a fruncir el ceño instintivamente, dio un recorrido rápido con las yemas de sus dedos a la almohada y se sentó en la cama, estuvo así unos minutos hasta que se levantó ; luego de unos pasos llegó al baño.

En la ducha hizo lo mismo de siempre: champú, jabón y enjuagar.

Se apuró en cambiarse con un traje de telas selectas, faltaba poco más de media hora para que se tuviera que dar prisa. Él podía tener el cargo más alto de la compañía, pero se caracterizaba por ser la personificación de puntualidad, y parecia que el tiempo lo esperaba para que nunca llegara tarde.

Ya en su auto, le llegó un mensaje de Elizabeth, su esposa, le prometía una cena, al parecer había salido a correr por la mañana con alguna persona sin que hacer, a diferencia de ella quien tenía hijos y esa era la razón por la cual no trabajaba. Olvidó su rutina matutina y se concentró en otro asunto que lo tenía preocupado.

El día progresó muy lento, su hora de salida estaba cerca pero la desesperación le ganó y salió de su oficina. Se dirigió a comprar un libro para entender el por qué sus hijos cada vez eran más rebeldes, era deducible que a veces el internet no lo sabe todo. 

Aparcó afuera de un centro comercial, el calor era insoportable así que decidió quitarse el saco y remangarse la camisa.

Se adentró en las tiendas, y no encontró libro que lo convenciera, resignado y en la puerta de su auto vio un puesto de libros de segunda mano enfrente del centro comercial, aún tenía mucho tiempo y decidió ir. 

Los libros estaban acomodados por genero, una joven de cabello lacio y ojos grises salió de una puerta del local y le ofreció ayuda, Ethan se quedó fascinado por el detalle de sus rasgos físicos.

—¿Necesita ayuda con algo?

Era ella, tenía que ser esa chica. No le dio mas vueltas al asunto y sonrió con malicia, entrecerrando los ojos comentó:

—Mucha.

Ella se percató de la mirada pesada de Ethan, y como respuesta incomoda levantó su cabeza, aún no sabía que esos ojos son los que la verían dormir.

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¡Hola chicas! Es la primera vez que subo una novela a wattpad, quiero decir; jamás había hecho una novela. Así que bueno, por algo se empieza. El tema es un poco tabú, sé que no va a ser del agrado de muchos pero lo hago con el fin de entretener a los lectores, así que con todo el respeto que se merece este tema quiero que lo lean.
Alguna duda o sugerencia, por favor exponganlo, estoy abierta a cualquier crítica constructiva y amable por su parte.
Me llamo Laura, por cierto.💕 besos, pasen buen día.