En ese momento, Hannah se dejó llevar por sus emociones, tenía la oportunidad de gritar, de pedir ayuda, pero no lo hacía porque era demasiado ingenua.
Recordaba a su madre, a su hermana; ¿la seguirían buscando? La respuesta fue muy lógica, era evidente que seguirían buscándola.
—¿En qué piensas? —Ethan la observaba con cautela, sabía que no era normal su comportamiento.
Hannah se limitó a encogerse de brazos, aprovechó el momento para bostezar y mostrar cansancio.
—Nada importante, solo tengo sueño.
Al llegar al hotel la recepcionista de cabello amarillo fijó la mirada en Ethan, desvistiéndolo con la mente, se puso de todos los colores cuando Ethan habló y le sonrió. ¿De verdad siempre le pasa esto a Ethan?
—Tengo una reservación.
—¿Podría decirme su nombre para poder darle el cuarto?
Hannah se rió de la situación, aquella mujer parecía tonta al ver a Ethan.
En realidad, Hannah no se había sorprendido tanto cuando vio por primera vez a Ethan. Era muy guapo con el contraste de sus ojos azules y cabello negro, pero nada especial.Ethan arregló rápido el asunto del hotel, los dos seguían con los lentes negros puestos.
—Vamos.
—¿Quieren ayuda con su... —la rubia detuvo la pregunta cuando vio que su equipaje apenas eran dos bolsas— ...equipaje?
—Así estamos bien.
Hizo un gesto de reverencia y sonrió.
—Sí tienen algún inconveniente, pueden marcar a recepción. El número está en la habitación. Cuando ya entraron a la amplia habitación, Hannah se percató que solo había una cama.
Se sentó en la esquina del colchón y se sintió mal, de repente sintió ganas de llorar. Una ira se apoderó de ella.
—Déjame ir.
Gritó.
Ethan estaba hablando con un mozo que deambulaba por ahí para pedirle un poco de comida. Se volvió hacia ella y la silenció con la mirada.
Cuando cerró la puerta, fue directo a Hannah.
—¿Que te sucede? —aventó a la chica en la cama y el se subió encima de ella, la estaba aplastando.
—Yo no quiero esto, ya es mucho.
—Tú tienes que estar conmigo. Porque si no lo estás, pagaré las consecuencias.
Una bofetada cayó en la cara de la chica, no se pudo recuperar porque Ethan le jaló el cabello, obligándola a voltear hacia arriba. Con un solo brazo la tomó por los hombros y la pegó a la pared, la besó y lloró con ella. Ninguno de los dos sabia lo que estaba pasando, ella solo lloraba, Hannah intentó acariciar su mejilla pero Ethan quitó su mano de un golpe, la había lastimado.
El hombre suspiró y con el puño cerrado le pegó a la pared, Hannah había jurado que la pared se había roto por el golpe.
Finalmente Ethan cogió la chamarra de cuero café que traía y salió de la habitación, Hannah había quedado sentada en el piso, se sentía poca cosa, no quería sufrir más, pensaba que si lo seducía sería más fácil que se escapara.
Lo único que le quedaba era el consuelo de que seguía viva. Corrió a la puerta e intentó abrirla pero estaba cerrada.
¿El teléfono? ¡Claro! Podría pedir ayuda, buscó por todo el cuarto pero no había ningún teléfono, no había nada, las ventanas estaban selladas por seguridad, y no le extrañaba, era una porquería de cuarto.Se quedó dormida en un sillón pequeño que se encontraba en la esquina, no contó las horas pero supuso que había dormido buen rato, cuando despertó encontró a Ethan recostado atrás de ella, envolviéndola con sus brazos, podía oler el aroma que desprendía, alcohol y cigarrillos, en conjunto con su perfume.
Rompió en llanto, no quería estar con él. Le daba asco la situación, estaba borracho y no debía hacerlo enojar, así que solo se limitó a contar sus lagrimas.
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Hice unos cambios pequeños jeje. Voy a subir dos capítulos más, chicas.Comenten, voten y compartan.
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Yes daddy. ©
Novela JuvenilEl morbo iba con él. Sabia perfectamente que era un estupro, porque a su edad no solo se le satisfacía de una caricia, necesitaba algo más que contacto físico. Debido a su desequilibrio laboral, sus inclinaciones a veces eran muy enfermas, pero est...