Dysfunctional // PAUSADA

12. What the fuck?

12. What the fuck?

Justo cuando Allison se fue, suspiré pesadamente dejando salir todo el aire que mis pulmones tenían la capacidad de aguantar.

Le había confesado qué me gustaba Harry, por qué comenzaba a hacerlo, era verdad. La forma en la que me trataba, aunque dijera algunas cosas sarcásticas casi, o la mayoría del tiempo era algo que me había estado acostumbrado en tan poco tiempo.

Luego de un baño refrescante, decidí salir al patio de mi casa ya que estaba sola, mi madre debía seguir en el trabajo y yo necesitaba matar el tiempo.

El cielo había caído, y claramente podía notar que era luna llena. El frío comenzaba a hacerse presente en la noche, y yo aun seguía observando los árboles moviendo sus hojas lentamente.

Mi celular comenzó a sonar, haciendo que brincará del susto y me sacará del pequeño trance en el que me encontraba metida.

- ¿Hola? -Contesté luego de recuperar el aliento.

- ¿Lydia? ¿Donde estas? -Escuché la voz agitada de Allison.

- Estoy en casa, ¿qué tienes? -Le pregunté, comenzando a alardearme.

- Tienes que salir de ahí, ahora. Lydia, por favor, hazme caso. Sal. De. Ahí. Ahora.

- ¿De qué estás hablando? esta bien, lo haré pero estoy bastante asustada ahora mismo.

Comencé a temblar, buscando las llaves de mi auto, y había olvidado encender las luces adentro y todo estaba realmente oscuro lo que me provocaba aun mas nerviosismo.

Subí a mi habitación, corriendo agitadamente y al fin pude encontrar las llaves.

Escuché un ruido fugaz, giré sobre mis talones y vi la silueta de una clase de animal gigantesco, negro, con ojos rojos como la sangre.

Me detuve, ni siquiera respiré, había olvidado cómo hacerlo en ese momento.

La silueta desapareció escaleras abajo, y yo aun seguía en estado de shock.

Pude escuchar el sonido del carro de Allison, y la motora de Harry, o eso creía.

No me había dado cuenta de que había presionado tan fuerte las llaves del auto en mi mano, que comenzaron a sangrar, el pánico nuevamente comenzaba a apoderarse de mi cuerpo. Escuché pasos acercarse pero yo estaba inmóvil, y ahí fue cuando pasó.

Allison, Scott y Harry llegaron a donde mi, y tan pronto como vi a Harry, una extraña voz que se me hacia muy familiar pero no podría descifrar de donde la conocía, la escuché.

- "No temas de mí, pronto me necesitaras." Esa voz, escalofriante y dura.

Me hizo gritar como nunca lo había hecho antes.

Vi como las tres personas delante de mi cubrían sus oídos fuertemente, mientras en mi cabeza todo retumbaba y me sentía vacía, como si algo faltara o quizás era alivio.

- ¿Que demonios ha sido eso? -Allison dice, acercándose a mi, mientras que Scott mantiene su distancia al igual que Harry.

- ¿Escucharon eso? Díganme que lo hicieron. -Dije entre sollozos, juntando mis manos temblorosas.

- Lydia, ¿te encuentras bien? -Scott pregunta, acercándose un poco.

- ¿Parezco que estoy bien? -Dije sarcásticamente.

- Denle un momento. -Harry dice, Allison me mira por unos segundos y asiente con su cabeza y se va junto con Scott, cerrando la puerta de la habitación.

Suspiré, pesadamente, Harry permanecía a mi lado en silencio, y a pesar de todo me hacia calmar mis nervios. Había dejado de sollozar, pero aun me encontraba temblando.

Harry pasó por mi lado, sentándose en mi cama y halando delicadamente mi brazo hacia él, indicándome que me sentará a su lado, lo cuál hice.

- Todo estará bien. -Dice, casi en un susurro.

- ¿Lo estará? -Lo miré a los ojos.

- Me encargaré de que sí. -Sonríe levemente, pero su sonrisa desaparece tan pronto como siente mis manos temblorosas.

- Lo siento, no puedo controlarlo. -Me disculpé, alejando mis manos de él, y limpiando mis lagrimas.

- No te disculpes. -Vuelve a acurrucar mis manos con las suyas.

- ¿Qué era eso? -Le pregunté.

- No quiero que lo sepas. No quiero arrastrarte a este mundo en el que vivimos. -Susurra.

- Tengo que saberlo. -Murmuré.

- Se que tienes, y ese es el problema. Desde que has llegado aquí has sido como un imán, trato de alejarme de ti y lo que hago es acercarme más. -Murmura.

Lo observo detalladamente, su cabello cae por su cara ahora que tiene su cabeza agachada, lo cual hace que mi mano toque su rostro y suavemente lo obligue a subirlo, para que me mirase.

- Ni siquiera se por qué grité así, solo fue que lo hice después de la voz que escuché. - Susurré, y el me miró.

- Scott y Allison me ayudaran a contarte todo, pero necesitamos que confíes completamente en nosotros. Prométeme que no huirás. -Dijo Harry.

- Te lo prometo. -Dije frunciendo mi ceño.

No me dio ni tiempo de articular otra palabra más, cuando sentí sus labios en los míos. Tarde unos segundos en responderle, pero lo hice, lo besé de nuevo.

- Me encantas. -Susurró en mis labios, luego de separarnos.

Opté por no decir nada más, ya que Allison y Scott se acercaban, y ya estaba preparada para escuchar todo lo que me tenían que decir.