Capítulo 35

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Desde el exterior, el edificio se veía abandonado. Harry se mantuvo muy cerca a mí cuando entramos, su brazo protectoramente colgando en mi hombro. Me sorprendió la cantidad de personas que estaban presentes, algunos acercándose a Harry para desearle buena suerte, mostrándole su apoyo.

No me gustaba el ambiente interior. Hacía frío. Las sucias paredes blancas negándose a dar alguna clase de confort cuando me senté en la habitación Harry y su grupo se habían dirigido a realizar los preparativos previos a la pelea. Yo había permanecido callada en el paseo en coche al edificio horrible, mi voz no pudiendo hablar palabras que podrían ser de ayuda para Harry. Pensé que lo mejor era no decir nada más envés de seguir expresando mi preocupación, que yo sabía que estaba empezando a cansar al hermoso chico de cabello rizado. Me había quitado mi ropa de trabajo en la parte de atrás de su coche, las ventanas tintadas proporcionando algo de un escudo hacia espectadores. En cualquier otro momento Harry habría tenido probablemente una mirada pícara, pero su mirada se había desviado a su teléfono mientras esperaba.

Yo estaba sentada en la mesa de la esquina, con las piernas colgando por el borde mientras observaba los movimientos por la habitación. Algunos de los amigos de Harry se dispersaron, tomando asiento en el sofá destartalado junto a la pared. Harry no dejaba de mirarme mientras hablaba con un hombre mayor antes de que se excusara. Mis ojos observándolo mientras se acercaba. Él me miró con curiosidad antes de llamar a Tom. Él fue rápidamente a su lado, moviendo la mirada de Harry hacia mí.

"Mantén un ojo en ella." Harry habló con cautela a Tom.

Fruncí el ceño en cuanto mi asiento temporal se ocupó por otro cuerpo más. Yo no necesitaba que me cuiden. La posesión de Harry era casi sofocante. Yo tenía dieciocho años por amor de Dios. Salté cuando alguien avisó que la pelea iba a comenzar en quince minutos. Harry desapareció, probablemente, yendo a tener una charla rápida de último momento, así que me quedé con Tom.

"Él va a estar bien, Bo."

Me volqué hacia él.

"¿C-Cómo lo sabes? No puedo creer que lo hayas dejado hacer esto! "

Tom no tuvo tiempo para responder en cuanto un par de tipos más entraron en la habitación. Sus bromas juguetonas llenando el pequeño espacio. Me arrastré fuera de la mesa, caminando hacia el otro lado. La atención de Tom desviada de sus amigos hacia mí.

"¿A dónde vas?", Se preguntó.

"A conseguir un poco de agua."

Él asintió con la cabeza, siguiendo mis movimientos a la máquina de agua. Jalé un vaso de plástico, colocándolo debajo de la boquilla y tirando hacia abajo el pequeño saliente. El líquido fresco llenó el recipiente transparente y me volqué a Tom. Sus ojos seguían con curiosidad en mí, le di una débil sonrisa, elevando el agua a los labios. Parecía satisfecho antes de volcarse hacia los chicos. Me quedé durante unos segundos, asegurándome de que estaba completamente distraído de mi presencia.

Mi vaso de plástico lleno quedó a un lado, aprovechando la oportunidad para escabullirme por la puerta a mi derecha. Mi cabeza moviéndose de lado a lado por el pasillo. No tenía idea de a dónde iba, el diseño del edificio totalmente nuevo para mí. Mi mente corrió rápidamente antes de decidir tomar mi camino a la izquierda.

No tuve que caminar mucho antes de pasar por una puerta abierta, voces resonando por toda la habitación. Era él, el chico con el que Harry iba a pelear, tenía que ser él. No golpee, sólo me dirigí directamente hacia adentro Algunas de las caras de los hombres parecían un poco sorprendidas por mi interrupción.

"Señorita, usted no puede estar aquí."

No hice caso de la voz irritada, centrándome en el individuo en gran porte en frente de mí. Estaba sentado, tomando un trago de agua de la botella mientras me miraba. Su pelo oscuro estaba afeitado, sus tatuajes decorando su piel por un brazo. Pero mi exploración cesó abruptamente cuando se dirigió a mí.

Dark (en español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora