One Shots I - JEMMA

Plan A

N/A:Les recomiendo escuchar la canción "Plan A de Paulo Londra" para tener una mejor experiencia al leer este One Shot

El timbre del colegio sonó con ese eco de viernes por la tarde. Jenna salió del aula con su guitarra al hombro y un nudo en el estómago. En una semana era la presentación de talentos, pero lo que más lo inquietaba no eran los nervis del escenario, sino ella: Emma

Su amiga, su confidente, y en secreto, la chica que era su primer amor

Cuando iba caminando por el pasillo la vio cerrando su casillero

Jenna:Em.. ¿Vas a ir al bar el viernes? - dijo intentando sonar casual

La ojiazul giró con una sonrisa cálida

Emma:Claro, vamos todos a verte. Siempre quise escucharte cantar en vivo

Jenna:Genial... entonces te veo allá

Emma:Te va a ir increíble, Jenna
-dijo tocándole suavemente el brazo antes de irse con sus amigas

"Ojalá supiera lo que siento por ella"

Pensó la pelinegra mientras la miraba alejarse

Quiero saber qué soy para ti
Porque siempre que nos vemos
Se me olvida decir

Flashback

Semanas antes ambas estaban en la habitación de Jenna estudiando juntas. La castaña estaba frustrada con matemáticas y se había dejado caer sobre la cama

Emma:No entiendo nada - se quejó mirando el techo.

Jenna:Ven, no te rindas yo te explico
Es fácil si lo ves así... - respondió sentándose a su lado y mostrándole la hoja

Emma se inclinó hacia ella, su cabello rozándole la mejilla de la pelinegra

Emma:Hay Jenna... ¿Qué haría sin ti? - preguntó con una risa suave

Ella la miró con el corazón golpeando con fuerza contra su pecho. Y por un segundo estuvo a punto de confesarle todo

"Te amo."

Pero en lugar de eso solo sonrió y murmuró

Jenna:Probablemente reprobar...
- bromeó desviando la mirada

La castaña rió sin notar que la pelinegra había guardado sus palabras de nuevo

Fin del flashback

Que ando muy confundido
Tus besos son más fríos
Y empiezo a creer
Que soy uno más de tus amigos

(...)

Una semana después

Jenna cerró la puerta de su apartamento con un golpe seco y dejó caer la mochila en el suelo. La guitarra descansaba contra la pared, muda, como si entendiera el dolor de su dueña

Habían pasado apenas dos días desde que todo en ella se derrumbó. Dos días desde que la vio con otro, abrazándolo con esa sonrisa que ella pensaba que solo le pertenecía.