One Shots I - JEMMA

Fast And Furious Pt 7

N/A:Les recomiendo escuchar la
canción "Talking To The Moon de Bruno Mars" para tener una mejor experiencia al leer este One Shot

El primer rayo de luz del amanecer se coló por la ventana de la habitación de Emma, iluminando el polvo que danzaba en el aire y los recuerdos de la noche anterior. Jenna despertó antes que ella. Su cuerpo estaba entrelazado con el de Emma, su respiración era profunda y regular contra su pecho

Por un instante, la paz fue absoluta. Luego, la memoria regresó como una marea fría. La despedida. El dolor en sus voces. La promesa de que esa sería la última vez

Con una precisión dolorosa, se deslizó fuera de la cama, sin hacer ruido. Se vistió en silencio, cada prenda era una piedra más sobre su corazón. Sus ojos no se apartaron de ella ni un segundo. Dormida, parecía tan vulnerable, tan serena, tan... suya. Pero lamentablemente ya no lo era

En la mesa de noche, encontró un pequeño bloc de notas y un bolígrafo. Su mano tembló ligeramente al escribir. Cada palabra era una herida abierta, pero necesaria. Era su última verdad

"Emma"

Me voy antes de que despiertes porque no podría soportar ver tus ojos sabiendo que es el adiós definitivo. Anoche no fue una mentira. Fue la verdad más pura y dolorosa que he vivido. Eres, has sido y serás la única mujer a la que amaré hasta el último día de mi vida. Nunca lo dudes

- Jenna

Debajo de la nota, desabrochó el collar con el pequeño pistón de plata que siempre llevaba colgado al cuello, su amuleto, su talismán. Lo dejó caer suavemente sobre el papel, donde el metal frío descansó sobre las palabras ardientes. Al lado, escribió otra línea, más corta, pero no menos cargada de significado

"Y este collar es tuyo. Tíralo, rómpelo, véndelo, puedes hacer lo que quieras con él, ya no me pertenece, te pertenece a ti, así como todo lo que soy incluyendo mi corazón"

Una última mirada. Un último suspiro ahogado. Se inclinó y dejó un beso tan suave como el aleteo de una mariposa en su sien, disfrutando por última vez el aroma a frutos rojos

Luego, salió de la habitación, cerró la puerta sin hacer ruido y se marchó de la casa, dejando atrás el pedazo de su alma que siempre le pertenecería

Horas después, Emma se despertó. Estiró el brazo, buscando el calor que ya no estaba. El espacio a su lado estaba frío y vacío. Su corazón se hundió antes de que su mente comprendiera del todo

Entonces vio las notas y el collar plateado brillando bajo el sol de la mañana sobre la mesita de noche

Se incorporó, con un nudo de anticipación en la garganta. Leyó la primera nota. Las lágrimas comenzaron a correr de inmediato, silenciosas e implacables. Leyó la segunda línea sobre el collar

Su mano se cerró alrededor del metal, apretándolo con fuerza hasta que los dientes del pistón le marcaron la palma. No era un regalo. Era una carga. Era la prueba física de un amor que no podía morir, pero que no podía vivir

¿Tirarlo? ¿Rompelo? ¿Venderlo?

Las opciones se burlaban de ella. Era imposible. El collar era él. Era su promesa. Era su dolor